"Nos metimos en un mundo que desconocíamos, en aviación civil. Al principio y durante unos años la empresa fue rentable, pero con la caída de las torres gemelas el mundo de la aviación entró en una crisis. No éramos los más adecuados para llevar el negocio. Por eso, en 2006 decidimos vender la empresa". Una de las antiguas dueñas de la escuela de pilotos de Palma que cerró a finales de 2007 y dejó a una treintena de alumnos sin completar sus cursos ha manifestado hoy en la segunda sesión del juicio por estafa en la Audiencia de Palma que una de las clásulas que incluyeron en el contrato de venta de la entidad era la obligatoriedad de finalizar la formación de todos los alumnos que tenían entonces.

La testigo ha explicado que ella firmó el contrato de venta de la entidad el 30 de junio de 2006 con un grupo de Granada, cuyos administradores están siendo juzgados por un delito continuado de estafa. La fiscalía solicita para cuatro acusados, dos hombres y dos mujeres, sendas penas de seis años de cárcel y una indemnización de casi un millón y medio de euros.

Dos encausadas han negado hoy llevar la administración real de la empresa ni dedicarse a la gestión ni las cuentas. Según su versión, ellas no participaron en la compra de la escuela de pilotos ni en las negociaciones. Ambas mujeres se han desvinculado del día a día en la administración de la sociedad.

Los antiguos dueños de la academia de pilotos han detallado que se enteraron de los problemas posteriores de la escuela por los periódicos y por sus antiguos trabajadores y alumnos. "En 2008 o 2009 nos llegó a nuestro conocimiento de que se habían vendido aviones y que se vendió la empresa a un grupo catalán", ha indicado una testigo.

"Nos vimos incapaces de llevar un negocio que no entendíamos. Los pagos superaban a los ingresos. Aquello resultaba un peso. Por eso, se decidió vender la empresa. No sabíamos llevar el negocio, no era nuestro negocio, y además coincidió con una época que tampoco ayudó. La caída de las torres gemelas dificultó mucho", ha reconocido otro testigo, familiar de los antiguos propietarios.