Una mujer declaró como testigo esta semana en un juicio a sus dos hijos por robar numerosas joyas en la finca donde había trabajado uno de ellos. La madre intentó que su declaración sirviera para exculpar a los jóvenes. Según contó, las alhajas eran suyas y fue ella quien pidió a uno de los acusados que fuera a empeñarlas. La magistrada, al concluir su interrogatorio, le pidió explicaciones de por qué había tardado tanto tiempo en ofrecer esta versión. La mujer afirmó que se lo había contado a la Guardia Civil tras la detención de sus hijos, pero que no le hicieron caso. El fiscal no le dio ninguna credibilidad, sobre todo porque la testigo erró al describir las joyas.

Curioso escondite

El pasado martes por la noche, los agentes del Grup d'Actuació Preventiva (GAP) de la Policía Local de Palmallevaba a cabo una intervención contra la venta ambulante de productos falsificados en la calle Pare Bartomeu Salvà, en s'Arenal. Los policías observaron cómo un hombre ocultaba una bolsa en el sillín de una bicicleta. Los funcionarios sospecharon de él y comprobaron el contenido. Había tres bolsitas de marihuana. El acusado llevaba encima varios artículos relacionados con la venta ambulante, que al aprecer utilizaba de tapadera para distribuir la droga.

Con la niña en brazos

El pasado lunes, la Audiencia de Palma celebró una vista contra una banda de narcotraficantes, la mayoría de origen nigeriano, que se dedicaba a traficar con cocaína en la isla y también en Madrid. Los acusados se conformaron con los hechos. Uno de ellos entró en la sala del juicio con una niña de corta edad en brazos. La menor dormía plácidamente y ni se enteró de lo que ocurrió en el palacio de Justicia. Cuando fue el turno de que el hombre se acercara al estrado para admitir los cargos y aceptar la pena, dejó a la pequeña en brazos de una mujer, otra acusada. La niña siguió adormilada.

Bolardo peligroso

Los Bombers de Palma tuvieron que liberar el viernes un camión atrapado en un bolardo. El vehículo pesado circulaba por la calle Marbella cuando, hacia las diez de la mañana, sus bajos toparon con la pieza de hormigón que sobresalía de la calzada. Los especialistas consiguieron levantar el automóvil mientras la Policía Local regulaba el tráfico, ya que quedó ocupando un carril de la circulación.

Una bici demasiado potente

La Policía Local de Palma ha vuelto a retirar esta semana una bicicleta a la que se había acoplado un motor de explosión y un pequeño depósito de combustible. El vehículo fue localizado en el aeropuerto y fue decomisado por no contar con la debida autorización de Industria.

Contactos en la radio

El presunto receptor de un alijo de seis kilos de cocaína en Palma fue juzgado esta semana por un tribunal. La droga estaba oculta en el interior de un coche en el que viajaban dos personas que acababan de llegar a la isla en un ferry procedente de Valencia. Una de ellas fue condenada y la otra, que declaró en la vista oral como testigo, detalló que habían venido de viaje a Mallorca porque quería ir a ver a un familiar lejano y también al director de una conocida cadena de radio. Añadió que él trabajaba entonces en esa misma emisora en Valencia.

Sudor en Vía Alemania

Esta semana ha sido especialmente dura para abogados, fiscales, jueces, funcionarios y acusados en la sede de Vía Alemania. El edificio judicial se ha quedado sin aire acondicionado y el calor resultaba insoportable. Los despachos y ventanas estaban abiertos de par en par, pero no corría ni una gota de aire. Las únicas zonas con buena refrigeración eran el juzgado de guardia, en la planta sótano, y los juzgados de violencia sobre la mujer, que están en el ático.