El estado de los dos turistas alemanes de 20 y 26 años que el viernes fueron arrollados por una lancha cuando buceaban en es Trenc Su estado era ayer estable dentro de la gravedad y ambos permanecían en el hospital Son Espases. Uno de ellos continuaba en la UCI y los médicos han optado por amputarle la pierna, en la que sufrió lesiones muy graves al ser alcanzado por la hélice de la embarcación. El otro perdió un brazo en el accidente y, pese a que la extremidad fue localizada por la Guardia Civil horas después, no será posible reimplantársela.

La intervención de los ocupantes de la lancha, la senadora Catalina Soler (PP) y su marido, agente de policía, resultó fundamental para salvar la vida de las víctimas. La pareja, muy afectada por lo ocurrido, ha declarado a la Guardia Civil que no advirtió la presencia de los buceadores, ya que estaban a 300 metros de la costa sin ninguna marca para señalar su posición. Tras el accidente, subieron a la lancha a una de las víctimas, con una pierna casi seccionada. El policía utilizó sus conocimientos de primeros auxilios y las indicaciones que un médico del 061 le dio por teléfono para asistir al joven mientras lo trasladaban a la playa de es Marquès, en la Colònia de Sant Jordi.

Fue entonces cuando supieron que el herido estaba acompañado por otra persona cuando se produjo el accidente. La lancha fue en busca de esta segunda víctima. Tenía un brazo amputado a la altura del hombro y la llevaron también a la costa. Los dos afectados fueron trasladados de manera urgente a Son Espases en estado muy grave.

Su evolución ha sido favorable. El joven de 26 años que sufrió las heridas en la pierna seguía ayer en estado grave en la UCI de Son Espases. Los médicos no han podido salvarle la extremidad. El otro afectado, de 20 años y que sufrió la amputación del brazo, está ya en planta y evoluciona favorablemente.

Los buzos de la Guardia Civil consiguieron recuperar la extremidad el sábado a mediodía en el fondo del mar, cerca del lugar del siniestro, pero no será posible reimplantársela.

Los agentes del instituto armado mantienen abierta la investigación para esclarecer los hechos. Las primeras pesquisas apuntan a que las dos víctimas estaban buceando con scooters submarinos a 300 metros de la costa sin haber marcado su posición con boyas u otras marcas, por lo que los ocupantes de la embarcación no pudieron advertir su presencia.