Los pequeños delincuentes que pululan alrededor de los turistas en la calle Pare Bartomeu Salvà, la popular Calle del Jamón de s'Arenal, se están volviendo cada vez más agresivos. Cuatro agentes de la Policía Local de Palma han sido agredidos en los últimos días por camellos o carteristas que se enfrentaron a golpes para evitar ser arrestados. En todos los casos los detenidos han visto agravados sus cargos con el de atentado contra agentes de la autoridad.

El primer caso se dio el pasado 5 de julio, sobre las cinco de la madrugada, cuando una patrulla policial vio a un conocido descuidero junto a otro hombre en la Calle del Jamón. Los dos sospechosos, al ver a los agentes, echaron a correr. El delincuente conocido se escapó, pero su acompañante, que mientras huía arrojó varios teléfonos móviles, fue finalmente capturado. Se resistió con gran dureza a la detención y un agente sufrió lesiones leves. Se trataba de un rumano de 30 años identificado como P.M.S., que fue finalmente arrestado por hurtos y atentado.

Al día siguiente fue detenido un senegalés de 38 años identificado como S.K.D. Este individuo fue sorprendido por una patrulla de policías en moto también en la en la Calle del Jamón cuando intercambiaba con otro hombre lo que parecía una dosis de droga. Cuando los policías se acercaron a él arrojó algo a un contenedor y pegó un empujón al motorista, que cayó al suelo, lo que causó daños en el vehículo.

El hombre se dio a la fuga a pie, perseguido por el agente. Mientras corría iba tirando taburetes y botellas de los bares contra el suelo para intentar evitar que le alcanzase. Tras una carrera que se prolongó unos cinco minutos, el agente le capturó y ambos mantuvieron un fuerte forcejeo hasta que llegó otro policía y entre los dos lograron reducirle. Le intervinieron trece pastillas de potenciador sexual, una bolsa con cinco barritas de hachís, 670 euros en efectivo, tres relojes y unas cadenas metálicas.

Al día siguiente otra patrulla de la Policía que circulaba por la misma calle se vio sorprendida por un grupo de unos diez hombres que parecían huir de algo y trataban de subir a un autobús de la EMT, incluso por las puertas posteriores. Cuando los agentes trataron de averiguar qué pasaba e intentaron identificar a los miembros del grupo, uno de ellos empujó a un agente y le tiró al suelo. Este hombre, un senegalés de 32 años, fue detenido por atentado.

Por último, el pasado domingo, fue detenido otro hombre por atentado. De nuevo fue en la calle Pare Bartomeu Salvà, sobre las once de la noche. El hombre fue sorprendido por un agente cuando estaba manipulando el sillín de una moto. Ante su conducta sospechosa, el policía se acercó y le preguntó qué estaba haciendo. Sin mediar palaba, el hombre, un senegalés de 23 años, le propinó un golpe y trató de huir. De nuevo fue detenido por un delito de atentado.

No es un fenómeno nuevo. Sin embargo, fuentes policiales consultadas explican que se ha notado en los últimos tiempos un incremento en la agresividad de los pequeños delincuente que actúan en las zonas turísticas en verano, que plantean más a menudo una fuerte resistencia a la hora de ser detenidos, lo que se traduce en más casos de agresiones.