Un jardinero trabajaba ayer en un parque de Palma cuando un niño esquelético, famélico y desabrigado le pidió ayuda desesperadamente: "Llevamos varios días sin comer. Mi madre está muerta". El pequeño estaba muy débil y apenas se tenía en pie. Él y sus dos hermanos, de 5, 10 y 11 años, llevaban más de un día conviviendo con el cadáver de la mujer, una nigeriana de 40 fallecida por causas naturales. La forense confirmó que llevaba muerta más de 24 horas y algunas fuentes apuntaron que podría haber fallecido hasta cuatro días antes. Los menores presentaban signos de desnutrición y deshidratación y quedaron ingresados en Son Espases. Parece ser que su padre emigró a Alemania hace tiempo y no volvió a interesarse por ellos.

Los tres niños hablan castellano y están escolarizados, pero no habían acudido a clase en todo el curso, según explicaron fuentes cercanas al colegio donde están matriculados. Preocupada por la falta de noticias sobre ellos, la asociación de padres y madres del centro difundió la semana pasada un mensaje en el que pedía que se avisara si alguien veía a cualquier miembro de la familia. Los niños y la mujer vivían en un bloque de pisos en el número 9 del pasaje Cala Figuera, justo enfrente de la sede de Serveis Ferroviaris de Mallorca, en la barriada palmesana de Son Rutlan. Varios vecinos señalaron que llevaban más de un año instalados en un domicilio de la cuarta planta.

A la una menos cuarto de la tarde de ayer, uno de los menores se dirigió al parque que hay junto al edificio y pidió ayuda a un operario del departamento de Parcs i Jardins del Ayuntamiento. El niño, muy delgado y sin apenas fuerzas, le explicó que llevaba varios días sin comer porque su madre había muerto y llegó a caer desplomado al suelo. El jardinero alertó enseguida a la Policía Local y varias patrullas acudieron al lugar.

Hospitalizados

Los agentes lograron aclarar que el menor vivía en un edificio cercano y, con sus llaves, accedieron al domicilio. En uno de los dormitorios yacía el cadáver de la mujer, sin signos evidentes de violencia. En la vivienda había otros dos niños de corta edad. La Policía Local comunicó el hallazgo al Cuerpo Nacional de Policía, que asumió la investigación del caso.

Una ambulancia del Ib-Salut acudió al lugar para atender a los menores. Los tres presentaban síntomas de desnutrición y fueron atendidos por los efectivos sanitarios antes de trasladarlos a Son Espases. Quedaron ingresados en la unidad de Pediatría, donde estaba previsto que fueran sometidos a varias pruebas para determinar su estado de salud. En el hospital fueron explorados también por agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional.

El juzgado de instrucción número 10 de Palma, en funciones de guardia, envió a la vivienda a una médico forense y agentes de la Policía Científica llevaron a cabo una inspección ocular de la escena. Según el primer examen del cadáver, la mujer llevaba muerta al menos 24 horas y habría fallecido por causas naturales. La forense no pudo precisar cuántos días habían pasado desde el óbito y las explicaciones de los menores al respecto fueron confusas. Fuentes policiales apuntaron que podrían haber pasado hasta cuatro días, aunque otras aseguraron que la mujer fue vista ayer por la mañana en el barrio.

A las tres y media de la tarde, empleados de la empresa funeraria trasladaron el cadáver al Instituto de Medicina Legal. A la espera de los resultados de la autopsia, la Policía Nacional considera el caso cerrado al no hallarse indicios de criminalidad en la muerte de la mujer.

El Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS) del Consell de Mallorca ha activado ya el protocolo para menores en situación de desamparo. La institución trata ahora de localizar a algún familiar directo de los pequeños que se haga cargo de ellos y, en caso contrario, asumirá su tutela. También la conselleria de Serveis Socials i Cooperació y la regiduría de Benestar i Drets Socials del Ayuntamiento de Palma evaluaban la situación familiar.