El incendio de un autobús incendio de un autobúsde la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma a mediodía del pasado lunes frente a la playa de Illetes ha ocasionado daños colaterales a dos restaurantes. Los establecimientos han sufrido importantes desperfectos en plena temporada alta de los que trataban de reponerse, aunque las pérdidas son cuantiosas.

Los propietarios de los restaurantes anuncian demandas a la EMT por los daños y perjuicios causados por el incendio del autobús, al tiempo que denuncian la supuesta tardanza de los bomberos "unos 45 minutos" en llegar a sofocar las llamas.

"Llevábamos dos meses trabajando a tope y, ahora, necesitaremos como mínimo un mes para poder ponerlo en marcha", vaticinó ayer José Ruzafa, propietario del restaurante Illetas Playa. Un establecimiento de referencia en este núcleo turístico de Calvià, sobre el que ha estado al frente en los últimos 23 años.

Ruzafa tiene claro que en ningún momento debía haber arrancado el autobús de la EMT siniestrado. Apenas había circulado unos pocos metros, cuando entró en llamas justo en la puerta de su restaurante. "Bajó averiado, no tenían que haberlo movido. Perdía aceite", subrayó el dueño de este restaurante situado frente a la playa de Illetes. El vehículo había dejado un reguero, cubierto con tierra, desde que salió de la cabecera de línea.

Justo cuando llegó a la altura de dos restaurantes, el autobús dio un frenazo. Un motorista alertó al conductor de que se estaba incendiando el vehículo. El chófer intentó apagarlo, pero el extintor se mostró insignificante ante las dimensiones que cobró el fuego.

"Era un extintor ridículo para un autobús de ese tamaño", apuntó José Ruzafa. Una de sus principales preocupaciones ahora es que tiene que enviar al paro a los seis empleados de su restaurante, entre los que está su propia hija, durante el mes que estima que tardará en rehabilitar el local. "Sé que les perjudicará, porque tenían un contrato de temporada y hacía dos meses que los había contratado", se lamentó.

Tasación de los destrozos

El perito de su seguro ya ha examinado y tasado los destrozos, ahora solo falta que lo haga el técnico de la aseguradora de la Empresa Municipal de Transportes de Palma. Ruzafa ya anunció ayer que interpondrá una demanda contra la EMT.

Maricarmen Tena, propietaria del restaurante Es Parral, también presenció cómo el fuego procedente del autobús municipal se adentraba en su establecimiento, que había abierto las puertas apenas un mes antes. La dueña del local desde hace 21 años acertó a pasarse por el lugar. Mientras, el hombre que lo explota actualmente había ido a comprar.

"Llamé a los bomberos, que tardaron 45 minutos en llegar. Intenté acercarme al autobús, pero no me dejaron", recordó cariacontecida la dueña de este emblemático restaurante costero.

"Me dio un ataque de ansiedad", rememoró Maricarmen Tena. Un poco más restablecida, se acercó ayer por la mañana para hacer el balance de los daños. "Un motor de una cámara ha estallado hoy", indicó.

El aspecto desolador de las fachadas calcinadas de los restaurantes y de una vivienda no pasó inadvertida ayer para los numerosos turistas que se dirigían ayer a la playa de Illetes. La mayoría de ellos parecía desconocer que su imagen ennegrecida respondía al incendio el día anterior de un autobús, que lo había destrozado por completo.