Un delincuente aprovechó las últimas horas del año 2014 para cometer un delito. El atracador se dirigió a una carnicería de sa Pobla y se hizo con un botín de 500 euros tras intimidar a la propietaria con un cuchillos de grandes dimensiones. La Guardia Civil le detuvo poco después de una intensa investigación.

Los hechos ocurrieron el pasado 31 de diciembre de 2014. El delincuente, de 43 años de edad, se fijó un objetivo aparentemente muy fácil: una carnicería regentado por una mujer sola de edad avanzada. El botín pretendía dilapidarlo inmediatamente. En concreto, en la fiesta de Nochevieja a la que iba a asistir horas más tarde.

Sin embargo, el asaltante encontró más resistencia en la propietaria, de 68 años de edad, de la prevista inicialmente. Sobre las cinco de la tarde del último día de 2014, el sujeto se adentró en la carnicería y amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones a la mujer, que estaba atendiendo el establecimiento, al tiempo que ocultaba su rostro para evitar ser identificado.

Pese a la amenaza con arma blanca, la carnicera no se amilanó y le opuso resistencia. Entre ambos se inició un intenso forcejeo que concluyó cuando el atracador consiguió inmovilizarla contra la pared.

A continuación, el atracador intentó ser más convincente. El delincuente acercó el cuchillo al cuerpo de la mujer y le aseguró que lo utilizaría contra ella si no le daba el dinero de la recaudación. Una vez que le abrieron la caja registradora, el delincuente se hizo con un botín de unos 500 euros.

Encierro de la víctima

Para evitar que la víctima pudiera denunciar los hechos inmediatamente, el atracador decidió encerrarla en un cuarto anexo. La mujer tuvo que romper un cristal de la puerta para poder escapar.

En cuanto la dueña del establecimiento logró escapar, denunció el atraco que acababa de sufrir en su establecimiento a la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado se hicieron cargo de las pesquisas para tratar de dar con el paradero del atracador en el menor tiempo posible.

Los especialistas realizaron una exhaustiva inspección ocular del establecimiento para tratar de identificar al delincuente. La investigación no tardó en dar sus frutos. Los agentes de la Guardia Civil averiguaron que el delincuente se había gastado buena parte del botín recién obtenido en la fiesta de Nochevieja a la que asistió momentos después.

De hecho, los investigadores de la Guardia Civil detuvieron al atracador de la carnicería de sa Pobla tan solo unas horas después de cometer un presunto delito de robo con violencia e intimidación. El pasado viernes, el asaltante fue puesto a disposición judicial en los Juzgados de Inca. Ante la gravedad de los hechos, el juez ordenó su ingreso en prisión incondicional.