Los atracadores de la banda de paramilitares desmantelada a principios de 2013 en Mallorca no dudaron en disfrazarse de técnicos de mantenimiento con monos y gorras de trabajo para acceder hasta la caja central del Carrefour del Coll d´en Rabassa sin levantar sospechas. Allí, atacaron y redujeron a la encargada y consiguieron 160.406 euros. Con el botín ya en sus manos, se marcharon tranquilamente aparentando ser empleados gracias a la vestimenta.