­Un juzgado de Palma ha condenado a un hombre a dos años y siete meses de prisión por atracar a punta de pistola un bazar chino de la ciudad el pasado mes de mayo. El asaltante, que actuó con una gorra y una bufanda para no ser reconocido, se introdujo en el comercio y amedrentó a una cajera con el arma. Le exigió que le entregara el dinero, pero la mujer se negó. Entonces, el ladrón se metió detrás del mostrador y extrajo las monedas de la caja registradora. Trató de huir con el botín, pero no lo consiguió. La cajera y una dependienta, ambas de origen chino, le persiguieron y lograron retenerle en la calle Aragón hasta la llegada de la Policía.

El sospechoso se resistió y golpeó a una de las empleadas, a la que propinó un fuerte golpe en la cara y la empujó, por lo que la hizo caer al suelo.

Ayer por la mañana, el atracador, español de 41 años, confesó los hechos y se conformó con la pena que solicitó el fiscal. El acusado, que actualmente está en prisión, aceptó una pena de dos años, siete meses y quince días de cárcel por un delito de robo con violencia y uso de arma en grado de tentativa. También se declaró responsable de una falta de lesiones, por la que la magistrada le impuso un mes de multa con una cuota diaria de seis euros.

La jueza apreció la circunstancia agravante de disfraz, ya que el imputado llevaba una gorra para ocultar el rostro.

Los hechos ocurrieron el pasado 20 de mayo de 2014, sobre las cuatro y media de la tarde, cuando el sospechoso entró en un bazar chino situado en la calle Aragón de Palma. Primero, se adentró en el local y luego sacó de dentro de su ropa una pistola semiautomática, marca Rohn, apta para el disparo de cartuchos detonadores, que estaba cargada con una bala de fogueo.

El asaltante mostró el arma a la cajera y le exigió que le entregara la recaudación y lo que ella llevara en la cartera. La empleada se negó, por lo que él mismo robó las monedas de la caja registradora y emprendió la huida. Tanto la cajera como una dependienta reaccionaron de inmediato y empezaron a gritar y a perseguir al atracador por la calle. Con la ayuda de un transeúnte, lo retuvieron. La Policía Nacional lo detuvo poco después. El acusado alegó que lo hizo por las drogas y el alcohol.