Un control policial rutinario en Palma sirvió para detener a un peligroso delincuente británico fugado de un penal del Reino Unido donde cumplía una condena a cadena perpetua. Los atracos a bancos y a furgones blindados eran su más consumada especialidad.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes cuando funcionarios de la Comisaría de Distrito Centro del Cuerpo Nacional de Policía trataron de identificar a un individuo mientras hacían tareas de prevención. El sujeto trató de evitar el control policial.

Los agentes se percataron de sus intenciones cuando pretendía hacer una maniobra evasiva. A continuación, los policías le detuvieron antes de que lograra escapar.

A partir de este instante, los funcionarios trataron de averiguar cuáles eran los motivos que tenía este individuo para tratar de esquivar a la Policía. Así, los agentes lo trasladaron a dependencias policiales para tratar de identificarlo y averiguar qué antecedentes tenía.

Al pasar sus huellas dactilares por la base de datos, saltaron todas las alarmas. El sujeto que habían interceptado manejaba varias identidades falsas.

Asimismo, los agentes constataron que tenía en vigor una orden europea de detención y entrega. Tras identificarlo plenamente y repasar su historial delictivo, los policías comprobaron con sorpresa que habían detenido a un delincuente extremadamente peligroso.

Cargos muy serios

Los cargos que tenía eran muy serios y le habían acarreado penas muy elevadas. La más significativa era una cadena perpetua por haberse fugado del establecimiento penitenciario donde cumplía condena por numerosos atracos a bancos y a furgones blindados.

La carrera delictiva de este individuo alcanzó su máxima expresión entre los años 2005 y 2006. En compañía de otro compinche cometió varios atracos a guardas de seguridad y desvalijó los furgones blindados que custodiaban. También se especializó en asaltos a entidades bancarias. Todos estos delitos los cometió con desigual fortuna.

Finalmente, las autoridades británicas consiguieron dar con el paradero de este delincuente y procedieron a su arresto. Fue condenado e ingresó en la cárcel North Sea Camp de Lincolnshire. No llegó a cumplir la condena que le fue impuesta por sus múltiples atracos y se dio a la fuga. Fue condenado en rebeldía a cadena perpetua por haberse evadido.

Los agentes de la Policía Nacional solventaron con éxito la orden de detención y entrega de este peligroso delincuente a las autoridades británicas. La Audiencia Nacional se encarga de tramitar la solicitud de extradición de este prófugo.