El primer gran incendio forestal de la temporada en Balears ha consumido unas cuarenta hectáreas de vegetación en la localidad ibicenca de es Cubells, situada en el municipio de Sant Josep de sa Talaia. El fuego estaba ayer estabilizado después de 24 horas de lucha incesante. La Guardia Civil imputa al presunto causante de las llamas un delito de imprudencia grave.

Un total de 180 personas se emplearon ayer a fondo para atajar el avance del fuego. Así, 22 efectivos del Institut Balear de la Natura (Ibanat), 13 bomberos de Eivissa, cinco agentes de la Guardia Civil, cuatro agentes de la Policía Local de Sant Josep, siete voluntarios de Protección Civil, personal de la Dirección General de Emergencias del Govern y dos sanitarios del Ib-salut se movilizaron en torno al lugar. El contingente se completó con 118 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazados ex profeso desde Valencia. También participaron cinco medios aéreos.

Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se desplazaron expresamente desde Palma para unirse a sus homólogos de Eivissa. Los agentes del Instituto Armado abrieron una investigación para esclarecer cómo se había iniciado el fuego.

Los investigadores localizaron pronto al supuesto causante del incendio, que era un vecino de la zona. El sospechoso tenía un huerto de naranjos junto un torrente y decidió limpiar el cañizo acumulado. Para ello, sobre las doce del mediodía, hizo una hoguera y se marchó creyéndola apagada. Sobre las tres de la tarde el fuerte viento reavivó el fuego, que se extendió con gran rapidez al monte.

Sin efectivos contra el fuego

El incendio de es Cubells sorprendió por completo al Govern sin apenas efectivos en el lugar, debido a que aún no se había iniciado oficialmente la temporada de lucha contra el fuego. La fecha de arranque esta fijada para el próximo 1 de mayo.

Solo un par de helicópteros y una brigada del Ibanat estaban disponibles en Eivissa para empezar a combatir las llamas, que provocaron el desalojo de un centenar de personas. La proximidad de las viviendas al fuego provocó que los servicios de emergencias activaran el nivel 2. Un centenar de personas tuvieron que ser desalojadas de las casas de campo de es Cubells y de la urbanización Vistalegre. Fueron ubicadas en un hotel de Cala d´en Bou y ayer pudieron regresar todos ellos a sus casas.

En un principio, los contratiempos se sucedieron. El Govern solicitó al Gobierno central la presencia de dos Canadair para combatir el avance de las llamas. Pero no pudieron despegar por culpa de una tormenta eléctrica.