Dos jóvenes aceptaron ayer sendas penas de un año de prisión por obligar a un menor de 15 años a atracar una tienda de Manacor para saldar una deuda. El adolescente irrumpió en el establecimiento armado con un cuchillo, pero en cuanto lo hizo pidió llamar a la Policía y contó lo ocurrido. Los dos procesados lo retuvieron durante varias horas y, tras intimidarlo con una navaja, le llevaron hasta la puerta del comercio, ordenándole que exigiera mil euros a la dependienta. Ambos se declararon culpables de un delito de coacciones.

Los hechos se remontan al 25 de agosto de 2010. Hacia las dos y media de la tarde, uno de los acusados, que está preso por otras causas, acudió en ciclomotor al domicilio del adolescente. Al parecer, el menor había contraído una deuda con él por un asunto de drogas. El sospechoso, representado por el letrado Miguel Ángel Ordinas, reconoció ayer un juzgado de lo penal de Palma que obligó al chico a subir a su moto y lo llevó a su vivienda. Allí se reunió con ellos el otro acusado, quien ayer no acudió al juicio pero reconoció los hechos a través de su abogado.

Ya en el domicilio, los dos procesados abofetearon a la víctima y lo amedrentaron con una navaja que llegaron a colocarle en el cuello. Con estas amenazas y tras retenerlo durante casi tres horas, le indicaron que debía cometer un atraco para saldar la deuda que tenía con ellos.

Así, los acusados obligaron al adolescente a meterse en el coche de uno de ellos y lo llevaron hasta un establecimiento de compraventa de oro situado en la avenida Salvador Juan de Manacor. Según le indicaron, debía exigir a la dependienta mil euros o clavarle el cuchillo que llevaba.

El adolescente siguió las indicaciones de los dos jóvenes e irrumpió, con el arma en la mano, en el comercio. Sin embargo, en lugar de reclamar que le entregaran el dinero, preguntó si podía llamar a la Policía. Cuando la responsable del comercio se interesó por los motivos, el menor confesó que le habían obligado a cometer un atraco.

"Entró con el cuchillo en la mano. Estaba muy asustado y nervioso y me pidió si podía contactar con la Policía. Me contó que dos chicos lo habían tenido secuestrado todo el día y que le amenazaron para cometer el atraco", explicó ayer la encargada de la tienda ante la sala.

Uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que acudió al lugar de los hechos tras recibir el aviso aseguró que cuando llegaron a la tienda encontraron la puerta cerrada y al menor dentro con la responsable del comercio. "Nos dijo que los dos jóvenes que le habían obligado a cometer el atraco estaban fuera esperándole en un coche, pero ya no los localizamos", indicó el policía.

La fiscalía reclamaba inicialmente cuatro años de prisión para cada uno de los acusados, pero ayer rebajó su petición tras alcanzar un acuerdo con los abogados defensores. Así, tras la confesión de los sospechosos, el ministerio público modificó sus conclusiones provisionales y reclamó sendas penas de un año de prisión por un delito de coacciones. Además, reclamó que se les imponga una orden de alejamiento sobre el menor que les impida acercarse a menos de 300 metros de él durante un periodo de cinco años. Los dos letrados defensores se adhirieron a la petición de la fiscal.