­La abogada defensora de Mustapha M., María Dolores García, reclama la libre absolución para su cliente al mantener que estaba completamente trastornado e intoxicado al haber bebido alcohol la noche previa a los hechos. Según su tesis, el supuesto asesino padece una grave adicción al alcohol. Además, hay que añadir que en la fecha del crimen, en marzo de 2013, el marroquí acusado estaba "deprimido, trastornado, ansioso y desesperado" por la situación que vivía con Soledad Arnez, la víctima.

La mujer quería finalizar la relación sentimental, pero ambos seguían residiendo bajo el mismo techo, un piso ubicado en la calle Aragón de Palma. Mustapha estaba profundamente enamorado de ella y quería salvar a toda costa el vínculo, según la defensa. Él albergaba esperanzas de seguir con ella. Era atento y cariñoso y no consta que la maltratara, según la versión de la letrada.

En la fecha de los hechos, el sospechoso pasaba por un mal momento mental y anímico e incluso hizo un conjuro para volver con ella. La noche anterior, el 30 de marzo de 2013, Soledad no fue a dormir a su casa. Estuvo con una amiga. Eso alteró al hombre, que estuvo bebiendo toda la madrugada al desconocer su paradero, según la defensa.

Al día siguiente, a las dos del mediodía, la mujer regresó a su domicilio. Allí, discutió con Mustapha. Para librarse de él, le dijo que había pasado la noche con otro hombre, lo que despertó sus celos, según la tesis de la defensa. Siguieron discutiendo y el hombre se vio superado, fue a buscar un cuchillo y apuñaló a su excompañera cuando esta se duchaba. Luego, él trató de suicidarse ingiriendo sosa cáustica y se mostró muy arrepentido, según destaca su abogada.