Una decena de vecinos de la calle Arxiduc Lluís Salvador, en Palma, se despertaron sobresaltados ayer a primeras horas de la mañana por un escape de gas. Un ladrón de cobre provocó una aparatosa fuga en el cuarto de contadores que obligó a desalojar a todo el edificio. El sospechoso, que se dejó olvidada una mochila repleta de efectos de metal en la finca antes de huir a toda prisa, empezó a cortar una tubería del gas de la instalación comunitaria creyendo que no había suministro cuando se produjo el escape.

La intervención de la vecina del primer piso resultó providencial. La mujer, nada más percatarse de la emergencia ante el intenso olor que había en el rellano, fue despertando a gritos al resto de moradores del edificio para evacuar el lugar. Las cuatro viviendas de la finca fueron desalojadas con rapidez pasadas las siete de la mañana. Ocho afectados, entre ellos un niño, salieron en pijama, bata y alguno incluso descalzo a la calle, donde aguardaron a la llegada de la Policía y los bomberos.

Al cabo de dos horas, sobre las nueve y media de la mañana, los vecinos pudieron regresar a sus domicilios una vez quedó solventada la incidencia. Ninguno de ellos resultó intoxicado y tampoco hubo que lamentar daños materiales de consideración.

La Policía Nacional investiga lo sucedido. Los agentes de la Policía Científica intervinieron ayer la mochila verde que supuestamente pertenece al ladrón de cobre que se dio a la fuga. La bolsa contenía bombines, manetas, cerraduras y pomos metálicos presuntamente sustraídos en el barrio. Los investigadores dieron batidas por los alrededores para tratar de localizar al hombre. Se sospecha que es una persona sin recursos económicos que pernocta en las escaleras o los rellanos de distintos edificios de la ciudad.

Los hechos ocurrieron ayer sobre las siete y media de la mañana en la finca situada en el número 86 de la calle Arxiduc Lluís Salvador, en Palma. La Policía y los Bombers de Palma se movilizaron ante el aviso de una fuga de gas. También acudieron operarios de la empresa de suministro, que taponaron y solucionaron el escape.

Los ocho vecinos del edificio fueron desalojados y esperaron en la calle. Cuando la emergencia quedó bajo control, a las nueve y media de la mañana, pudieron volver a sus casas.

Los especialistas localizaron la fuga de gas en el cuarto de contadores, ubicado en la planta baja. Un ladrón de cobre había manipulado la instalación y había cortado una de las tuberías.