Juicio gafado. La vista oral contra dos presuntos atracadores y una receptadora que supuestamente perpetraron un asalto a mano armada en el aparcamiento subterráneo del Parc de la Mar, en Palma, en noviembre de 2011, tuvo que suspenderse ayer por segunda ocasión a mitad de la sesión después de que una testigo culpara del violento robo a otro hombre que esperaba en el pasillo. Este ciudadano esperaba su turno para declarar como testigo, pero el juicio se interrumpió tras las reveladoras acusaciones de la mujer.

No es la primera vez que ocurre algo parecido en este proceso. En otra ocasión, una mujer que no estaba imputada se autoinculpó ante el magistrado y exculpó a uno de los sospechosos. La vista también tuvo que suspenderse para incluir a la mujer como acusada. Ayer se vivió otra escena i-nédita cuando una testigo insistió en que uno de los asaltantes era un hombre que esperaba en el pasillo en el juzgado.

En ese momento, ya habían declarado los imputados. Uno de ellos negó su participación en el atraco, mientras que el otro confesó el asalto. Por su parte, la receptadora admitió que recibió una parte del dinero robado para poder alquilar una casa.

El principal acusado, que se enfrenta a siete años de cárcel, indicó que el 21 de noviembre de 2011 de madrugada atracó el aparcamiento junto con el otro sospechoso. Iban con pasamontañas, guantes y una pistola. Según alegó, maniataron con bridas a dos vigilantes y se apoderaron de once cajetines con la recaudación que ascendía a 4.851 euros. Una de las víctimas confirmó que les inmovilizaron en el suelo y les apuntaron con una pistola.