Ajetreada vida lleva Francisca Cortés Picazo, La Paca, en la cárcel. La otrora poderosa matriarca del narcotráfico se acaba de instalar en la prisión de Alicante II, ubicada en la localidad de Villena, en el enésimo traslado que ha sufrido desde que ingresó en prisión tras su detención durante la operación Kabul y su condena por el caso Son Banya. Tras pasar un año y medio en el centro penitenciario de Palma, fue primero conducida a la prisión de Zuera, en Zaragoza. Junto a ella fueron recolocados la mayor parte de los miembros de su clan que estaban entre rejas, principalmente por cuestiones de seguridad tras el homicidio de La Parrala, y repartidos por prisiones de media España. La matriarca y su hija, La Guapi, volvieron a la cárcel de Palma el pasado verano para declarar en el juicio de la operación Musaraña, y cuando finalizó regresaron a Zuera. Este año fueron de nuevo conducidas a Palma para el macroproceso de Kabul. Cuando acabó el juicio La Paca fue trasladada a Picassent, en Valencia, y ahora a Villena. Probablemente no habrá visto mucho, pero no se puede negar que ha viajad

detenido por amor

El pasado fin de semana fue detenido un hombre que acababa de salir de la cárcel por quebrantamiento de condena. El sospechoso cumplía condena por un caso de malos tratos que se produjo en Benidorm. Tenía prohibido, por sentencia, aproximarse a la víctima, su pareja, y comunicarse con ella. El caso es que cuando la mujer se entera de que por fin va a salir de la cárcel, decide ir a darle una sorpresa. La víctima viaja desde Alicante a Palma para esperarle con los brazos abiertos. Cuando el preso queda en libertad, ella le da un cariñoso recibimiento y le convence para ir a un hostal de la ciudad. Ambos se alojan en la misma habitación, pero su reencuentro dura bien poco porque la Policía descubre que no pueden estar juntos, según una sentencia. Así que el hombre regresa de nuevo a los calabozos tras ser detenido por quebrantamiento de condena. La mujer trató por todos los medios de explicar que era la única responsable, ya que fue ella la que acudió a verle, pero eso no evitó que quedara arrestado.

Noche loca

Esta semana fue juzgado en Palma un hombre que en las navidades de 2011 sufrió un singular rapto de locura. A las tres de la madrugada se lió a golpes contra una marquesina de autobús de la EMT, hasta que la destrozó. Luego hizo lo mismo con una caseta navideña de la plaza Major. Y finalmente abordó a una joven de 16 años, le metió la mano en el escote y le tocó un pecho mientras le proponía relaciones. El acusado admitió los hechos y la cosa se zanjó con penas de multa.

Código rojo

No siga leyendo si tiene el estómago sensible. Hace unos días la central del 092 recibe una llamada de un ciudadano que les comenta que acaba de hablar por teléfono con su padre y que le ha dicho que ha sufrido un accidente doméstico y está lleno de sangre. Las dotaciones se dirigen al domicilio en código rojo, el protocolo establecido para los casos más graves. Poco después, uno los agentes desactiva la alarma. El hombre se había reventado un grano. De ahí el color del código.