­Al menos 47 personas murieron y 33 resultaron heridas en el incendio de un autobús en la ciudad de Xiamen, en el sureste de China, en un suceso bajo investigación criminal ya que las autoridades creen que fue intencionado.

La tragedia, ocurrida el pasado viernes, se atribuyó a una persona que quería vengarse por problemas personales y ayer la Policía local confirmó haber identificado al sospechoso, que murió en el fuego. Como indicios que apuntaban a que se trataba de un incendio intencionado las autoridades señalaron que las ruedas y el depósito de combustible del autobús estaban intactos, por lo que, en principio, descartaban que se debiera a un problema mecánico. En el momento del siniestro, ocurrido la tarde del viernes, 90 personas viajaban en el autobús, de las cuales 47 fallecieron y 33 se hallaban hospitalizadas.