La Audiencia de Palma juzgó ayer al presunto violador múltiple del antiguo estadio de fútbol Lluís Sitjar de la ciudad, acusado de agredir sexualmente a dos mujeres a principios de 2012, a una de las cuales supuestamente la forzó tres veces en una misma noche. El sospechoso, de 39 años y natural de Mali, negó haber atacado a las víctimas y alegó que mantuvo relaciones sexuales consentidas con ambas. "Todo es mentira", insistió el procesado, que se encuentra en prisión provisional.

Las dos perjudicadas, en cambio, confirmaron que fueron violadas por el hombre pese a oponer una fuerte resistencia y gritar de forma desesperada pidiendo ayuda. Una de ellas, una joven que padece una discapacidad del 37 por ciento, incurrió en varias contradicciones durante su declaración ante el tribunal de la sección segunda. Los policías que intervinieron en los dos casos, ocurridos en un lapso de tiempo de apenas 15 días en marzo y abril de 2012, recordaron que las dos mujeres se hallaban muy nerviosas y ambas les explicaron que acababan de ser forzadas en el abandonado campo de fútbol.

La fiscal reclamó ayer para el supuesto agresor sexual una condena de 21 años de cárcel por dos delitos de violación, otro de robo con violencia y dos faltas de lesiones. Por su parte, la letrada de la defensa, Gema Peguero, solicitó la libre absolución del hombre al destacar que una de las víctimas se contradijo en la vista oral. Además, la abogada recalcó que el imputado se encontraba muy tranquilo cuando llegó la Policía, lo que era compatible con su versión de que había mantenido sexo consentido con las dos mujeres.

El sospechoso explicó que con la joven había tenido relaciones anteriormente. "Somos amigos, no la obligué en ningún momento", aclaró ayer ante la sala. Según manifestó, el pasado 30 de marzo de 2012, la mujer le llamó por teléfono para montar "una fiesta en el Lluís Sitjar" esa noche junto con su novio. "Ella trajo cocaína, cerveza y tabaco", recordó el procesado. Tras fumar y consumir droga, el novio de la chica salió a llamar a unas amigas y, al volver, les sorprendió a ambos manteniendo sexo. "Ella me lo propuso. Y él llamó a la Policía por celos cuando nos pilló juntos", apuntó el acusado. Sin embargo, la víctima indicó que su pareja la había vendido por cocaína y la había dejado sola tres horas en una caseta del Lluís Sitjar. Según ella, el acusado la violó en tres ocasiones. Su novio de entonces negó ayer estos hechos y dijo que el agresor le expulsó a la fuerza de la caseta.

Días después, el 17 de abril, el hombre llevó al viejo estadio donde residía a una prostituta de la Porta de Sant Antoni. Según su versión, tuvieron sexo consentido, pero la mujer ayer detalló que fue violada y golpeada.

EL APUNTE

"No tengo costumbre de violar a las mujeres"

"Yo no he obligado a ninguna mujer. Se lo han inventado. Yo no tengo costumbre de violar. Lo digo en serio. Yo he estado con mi mujer seis años y nunca la he forzado". El presunto violador múltiple del estadio Lluís Sitjar de Palma negó ayer en el juicio haber forzado a las víctimas. El hombre se enfrenta a una petición de pena de 21 años de cárcel por agresión sexual a dos mujeres en marzo y abril de 2012. El imputado residía en una caseta abandonada en el antiguo campo de fútbol donde ocurrieron los hechos.