La Policía Nacional ha dado por desarticulado al grupo organizado dedicado a hurtos a turistas con la detención de diecisiete personas en la segunda fase de la operación desarrollada en Palma de Mallorca contra las denominadas "claveleras", en la que se ha descubierto que actuaban en Baleares y Canarias.

Las personas detenidas abordaban a sus víctimas, principalmente turistas y en concreto pasajeros de cruceros, ofreciéndoles cualquier tipo de flor o planta a cambio de un donativo, momento que aprovechaban para sustraerles el dinero de sus carteras tras varias maniobras de despiste mientras que otras vigilaban para avisar de la posible presencia policial.

Las ocasiones en las que han sido detectadas por víctimas, comerciantes o viandantes que advertían su presencia no dudaban en intimidar a esta personas de forma agresiva para continuar con su actividad.

La operación se ha saldado con diecisiete detenidos, de ellos trece mujeres y cuatro hombres, con antecedentes policiales, algunos de ellos incluso por delitos violentos.

La Policía ha practicado diez registros domiciliarios en los que se han intervenido, entre otros efectos, 5.500 euros, numerosos billetes de nueve divisas extranjeras, dos escopetas, tres pistolas, numerosa munición, seis armas blancas de grandes dimensiones, un puño americano, catorce plantas de marihuana, tres frascos de "trankimazin", joyas, monedas de oro, numerosas cámara de vídeo y de fotografía y teléfonos móviles.

Cuando los agentes accedieron a uno de los domicilios registrados uno de los detenidos trató de hacerse con una pistola que tenía guardada aunque los policías lograron neutralizarlo antes de que se hiciera con ella.

A finales de noviembre del pasado año, en una primera fase de la operación, se realizaron trece registros domiciliarios y fueron detenidas veinte personas por pertenencia a organización criminal y delitos contra la propiedad, así como por un supuesto tráfico de drogas.

En aquella primera fase la mayor parte de las detenidas ingresaron en prisión y se dictó sobre ellas una orden de alejamiento de su área de actuación durante el tiempo en el que durara el procedimiento judicial, hecho que hizo que se redujeran significativamente los hurtos en la zona.

Tras varias pesquisas los agentes pudieron detectar la existencia de un segundo grupo de las denominadas "claveleras", que, a diferencia de las primeras, actuaban en distintas zonas de Mallorca, zona centro, playa de Palma, Alcudia, Pollença, Inca, Manacor, Cap de Pera, Soller, Sineu, playas de Muro, etcétera, y que incluso se desplazaban a Canarias tras acabar la temporada estival en Mallorca, donde continuaban con su actividad delictiva.

La investigación ha transcurrido de manera coordinada entre los agentes de las distintas comisarías y se ha contado con la colaboración de las policías de las diferentes localidades implicadas.

Los investigados adoptaban numerosas medidas de seguridad para evitar ser detectados y así las autoras de los hurtos salían de sus domicilios divididas en subgrupos y se repartían las zonas de actuación.

Algunas de ellas utilizaban un vehículo propio a modo de lanzadera y llevaban a otras a zonas más alejadas y posteriormente las recogían.