La Audiencia de Palma ha confirmado la condena a pagar 55.145 euros al fabricante de un lavavajillas que fue el origen del incendio de una vivienda en Sant Llorenç des Cardassar en enero de 2011 por los desperfectos ocasionados por el siniestro. La sección quinta ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la empresa, que aportó 26.247 euros para hacer frente a los desperfectos del incendio y que consideraba excesiva la valoración de los trabajos de limpieza y reparación realizada por los peritos. El arreglo lo abonó la compañía de seguros de los propietarios de la vivienda, que demandó al fabricante del lavavajillas y a su aseguradora para que asumieran el coste de los trabajos. La Audiencia de Palma considera que el hecho de que el humo se extendiera por toda la vivienda, íntegramente pintada al estuco veneciano, justifica la inversión de 336 horas de trabajo entre dos operarios incluyendo el andamiaje, los transportes, la limpieza y el rascado.