No tuvo suerte. Un joven marroquí de 21 años trató de perpetrar el miércoles un robo en una habitación de un hotel de Santa Ponça, ignorante de que en este núcleo turístico de Calvià se concentran más de 1.000 agentes de distintos cuerpos policiales de todo el mundo que participan en un campeonato de fútbol. Los turistas a los que pretendía desvalijar eran tres policías británicos que le sorprendieron con las manos en la masa y le redujeron. Cuando llamaron a la Guardia Civil de Palmanova explicaron que habían utilizado "la fuerza mínima imprescindible". El ladrón fue conducido ayer al juzgado y sometido a un juicio rápido, donde aceptó una pena de ocho meses de carcel por la tentativa de robo con fuerza.

Santa Ponça alberga esta semana el Mallorca Football Tournament 2013, un torneo de fútbol en el que participan un millar de policías de 26 países distintos, lo que ha convertido la localidad de Calvià en uno de los lugares con una mayor concentración de agentes policiales del mundo.

Los asistentes al torneo se alojan en cuatro hoteles de Santa Ponça. Y un joven marroquí eligió precisamente uno de estos establecimentos para perpetrar un robo. A primera hora de la mañana del miércoles se metió por la ventana en una habitación en la que dormían tres turistas, que resultaron ser policías británicos.

Los agentes se despertaron y sorprendieron al joven in fraganti, cuando se llevaba ya varias de sus pertenencias. Entre los tres se lanzaron a por él y le redujeron rápidamente. Luego avisaron a la Guardia Civil y admitieron que para inmovilizarle habían utilizado "la fuerza mínima indispensable", una muletilla habitual en los informes de la Policía.

El ladrón sufrió un desvanecimiento, por lo que fue trasladado al hospital de Son Espases, pero allí confirmaron que no tenía ninguna lesión.

Ayer mismo fue trasladado a las dependencias judiciales de Palma, donde fue sometido a un juicio rápido. El acusado aceptó una pena de ocho meses de prisión por un delito de tentativa de robo con fuerza.