­El colectivo de senegaleses reclama una reunión con las autoridades para evitar que accidentes como el que le costó la vida a Abdoulaye Mbengue se vuelvan a repetir. El joven vendedor ambulante africano falleció el viernes en Son Espases tras ser atropellado el lunes cuando huía de un policía local en la Playa de Palma.

"No se puede solucionar un problema de hambre con represión", subraya Cheikh Ngalgou, presidente de la Asociación de Senegaleses de Balears (Yapo). "Tenemos previstas varias reuniones para solucionar el problema, pero cada año hay más represión", destaca Ngalgou, visiblemente afectado por la muerte de Mbengue.

Sobre las 13.45 horas del pasado lunes, el joven vendedor ambulante senegalés se encontraba con varios compatriotas en el balneario 8. Un policía local apareció por el lugar y echó a correr. La versión oficial apunta a que el agente no le persiguió. En cambio, el colectivo africano afirma que el funcionario fue tras él con una motocicleta. Fue atropellado por un automóvil y falleció cuatro días después en Son Espases.

"Lo único que trataba de salvar era sus pertenencias, que no valían más de 20 euros. Abdoulaye había conseguido el permiso de residencia hace un mes y quería visitar a su familia", apunta Ngalgou. La víctima había llegado a España hace siete años después de viajar en patera desde su país. "Era hijo único y mandaba dinero a sus padres desde aquí. Ahora estarán en peor situación", resalta el presidente de Yapo.

Ahora, la principal preocupaciones del colectivo senegalés en Balears es reunir el dinero suficiente para repatriar el cadáver de Abdoulaye Mbengue. El precio se sitúa en torno a los 7.000 euros. Hoy, amigos y allegados del joven africano fallecido, tienen previsto reunirse en la Playa de Palma para hacer la colecta que permita llevar el cuerpo a su país.