­En lo que llevamos de año, se han cometido más crímenes en la isla que durante todo 2012. Contando el asesinato de ayer, se han producido tres en los tres primeros meses de 2013, ya que el 1 de febrero un vecino de Artà mató a cuchilladas a su exmujer y el último día de ese mismo mes un hijo de 18 años asesinó a su madre a golpes en Palma con el encubrimiento de su padre. El año pasado se produjeron dos crímenes, el de un alemán residente en Canyamel que mató a su compañera sentimental y la enterró en el jardín de su casa, y el de un padre vecino de Inca que ahorcó a su hijo de cinco años y luego se suicidó.

El primer caso que este año conmocionó Mallorca, sobre todo la tranquila localidad de Artà, fue el del presunto asesino Joan B.P. La víctima de este crimen de violencia de género, Margalida Perelló, tenía 50 años y dos hijos con su asesino. Estaba separada de él y vivía con su hijo pequeño, de siete años, ya que el mayor, de 22, estudiaba fuera de la isla. Su exmarido esperó sentado en su coche a que Margalida volviese de llevar al niño al colegio y se abalanzó sobre ella en la puerta de su domicilio para asestarle tres cuchilladas. Justo después se apuñaló a sí mismo, aunque no llegó a acabar con su vida, mientras la víctima salía gritando de su casa para pedir auxilio. Pero la gravedad de las heridas hizo que se desplomase y, pese a que fue atendida enseguida, no se pudo hacer nada para salvarla.

Esparteros

El presunto asesino y su exmujer eran esparteros y durante años fueron conocidos en el barrio de sa Gerreria por regentar la emblemática espartería Ca la Seu, considerada la tienda más antigua de Europa que aún existente, con 500 años de historia y hoy reconvertida en bar. Cuentan quienes le conocieron que tenía problemas económicos y que no había superado la separación de su mujer.

El segundo caso de violencia de género del año, que no acabó en asesinato, se produjo sólo 11 días después del crimen de Artà. Una mujer de 54 años también recibió varias cuchilladas que le provocaron heridas muy graves, pero no mortales. Su marido la apuñaló en su casa de Llucmajor y después trató de suicidarse con una escopeta de perdigones.

A golpes

El segundo asesinato de 2013 fue el de una madre a manos de su hijo de 18 años, Antonio L.C. Le golpeó en la cabeza varias veces con una mancuerna de tres kilos y María Luisa, de 53 años, murió en el domicilio familiar. El padre, Antonio L.M., de 83, ayudó al presunto asesino a eliminar las pruebas. El joven maltrataba a su progenitora de forma habitual, como ella relató en un diario y confirmaron fuentes cercanas a la familia. La exnovia de Antonio aseguró que "maltrataba a su madre" y "todo lo arreglaba a golpes". Ella también denunció agresiones cuando estaba embarazada y lo definió como "celoso, agresivo y muy machista".

El año pasado hubo un crimen de violencia de género en la isla y otro de un padre a su hijo. En el primer caso, Inge Gisela S., de 64 años, llevaba desaparecida desde agosto y fue encontrada en octubre enterrada en el jardín de su lujosa casa de Canyamel. Presuntamente fue asesinada y enterrada por su compañero sentimental, Axel Albert H. El parricidio ocurrió en febrero en Inca. El padre, Miguel H.T., de 66 años, mató a su hijo de cinco y luego se ahorcó. La madre encontró los dos cadáveres cuando llegó del trabajo.

Violencia de género y maltrato a una madre

Los tres crímenes que se han cometido este año tienen muchas cosas en común. Todos han sido de hombres a mujeres, dos de ellos por violencia de género de parejas o exparejas sentimentales. El otro fue presuntamente de un hijo hacia su madre, a la que maltrataba constantemente. En la foto superior, el lugar de los hechos del crimen de Artà y los protagonistas. Abajo, el hijo de 18 años saliendo del domicilio familiar detenido por la policía.