La presidenta del tribunal de la sección primera reprendió ayer al mediodía a los acusados a mitad del juicio cuandos estos empezaron a reírse mientras declaraba el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. El instructor acababa de manifestar que el principal procesado había escondido una pistola en el buzón de su domicilio en Barcelona y luego se les había encontrado en casa "un kit de sicario", con intercomunicadores. Los sospechosos se rieron y empezaron a refunfuñar. La magistrada intervino de inmediato y llamó la atención al principal sospechoso para que se comportara y guardara silencio: "No estamos en un bar. Siéntese bien. No le voy a permitir ningún gesto de aprobación o desaprobación". El juicio prosigue mañana.