Lo que tenía que ser un simple partido de fútbol entre aficionados acabó como el rosario de la aurora. Un juzgado de Palma condenó ayer a un hombre por pegar una paliza a otro mientras ambos disputaban un partido de fútbol entre aficionados en un campo en el Coll den Rabassa. El acusado, de 32 años de edad, aceptó una pena de seis meses de prisión por un delito de lesiones debido a las graves heridas ocasionadas a su oponente.

La víctima tuvo que ser hospitalizada y fue sometida a una intervención quirúrgica. Los médicos le detectaron varias fracturas en el rostro. El afectado, que ahora cuenta 47 años, también agredió al sospechoso durante el encuentro deportivo, pero ayer resultó absuelto de estos hechos porque estaba acusado de una falta y esta ya ha prescrito.

Los dos jugadores se enzarzaron en una acalorada discusión en el terreno de juego por motivos deportivos, según la versión de la fiscalía. La disputa fue subiendo de tono hasta que ambos llegaron a las manos y empezaron a pelearse. Se propinaron puñetazos de forma recíproca hasta que sus compañeros de equipo intervinieron y los separaron.

El principal imputado, que cuenta con una condena anterior por un episodio de malos tratos en el ámbito familiar, confesó ayer los hechos ante un juzgado penal de la ciudad. El hombre se conformó con los seis meses de cárcel que solicitó el ministerio público. Además, el agresor tendrá que indemnizar a la víctima con 4.000 euros por las lesiones y perjuicios causados. Y también tendrá que compensar al Ib-Salut con 1.882 euros por la asistencia sanitaria prestada al herido, así como por los días que permaneció ingresado en el hospital.

La agresión se produjo el pasado 29 de marzo de 2008, aproximadamente a las dos y media de la tarde, cuando se inició una discusión entre los dos hombres por motivos deportivos mientras ambos disputaban un partido de fútbol en un campo situado en el Coll den Rabassa.

En el transcurso de la trifulca, los dos jugadores se enfrentaron y se golpearon de forma recíproca propinándose puñetazos hasta que fueron separados por sus compañeros de equipo. La víctima sufrió fracturas en la órbita y arco zigomático izquierdo y precisó 67 días en curar. Fue hospitalizada y fue intervenida quirúrgicamente, según la fiscalía.