La Audiencia de Palma ha condenado a una banda de narcotraficantes a penas que suman 35 años y medio de prisión por dedicarse a vender cocaína en la isla a principios de 2009. Doce acusados confesaron ayer los hechos ante el tribunal de la sección primera y se declararon culpables de un delito contra la salud pública. La mayoría de los sospechosos admitió que entre los meses de febrero y mayo de 2009 había adquirido sustancias estupefacientes a proveedores o al cabecilla del grupo. Luego, distribuían la droga entre terceras personas en Mallorca, según su versión. Otros dos imputados fueron absueltos por la sala después de que el fiscal retirara los cargos contra ellos al no haberse acreditado su participación en los hechos.

Los traficantes escucharon varios pinchazos telefónicos y reconocieron sus voces en las conversaciones en las que trataban sobre las entregas de cocaína en los alrededores de la ciudad. Doce de ellos aceptaron penas que oscilan entre los cuatro años y medio de cárcel y un año y seis meses. Las condenas más duras fueron para el líder del entramado y sus más estrechos colaboradores.

El cabecilla, a quien la Policía le intervino en un vehículo 10 gramos de cocaína, aseguró que se dedicaba a vender estupefacientes entre el resto de implicados. Otro de los principales acusados confirmó que cuando los investigadores registraron su domicilio en Palma, se incautaron de 14 gramos de cocaína, balanzas de precisión y anotaciones en las que llevaba la contabilidad del tráfico de drogas. Por su parte, los dos proveedores del grupo se encuentran fugados de la Justicia y no han podido ser juzgados.

Cinco mujeres que también formaban parte de la banda de-sempeñaban un papel secundario realizando de forma esporádica y no habitual actividades de auxilio a alguno de los otros traficantes. Por ello, su condena fue menor.

La sala apreció la circunstancia atenuante de drogadicción para dos de los imputados, ya que eran adictos a sustancias psicotrópicas y ahora siguen un tratamiento rehabilitador y la de confesión para otra sospechosa que colaboró con la Policía desde un principio y facilitó la investigación. Los agentes registraron inmuebles de Palma, Santa Maria y Marratxí donde hallaron varias cantidades de droga y útiles para su manipulación.