­La Audiencia Provincial de Palma tiene previsto juzgar la semana que viene a un hombre natural de Ecuador por irrumpir en el domicilio de su expareja sin su consentimiento en Can Picafort, retenerla, amenazarla con dos cuchillos e intentar violarla a finales de 2011. El sospechoso supuestamente también se apoderó de su teléfono móvil y consultó sus mensajes de texto, llamadas realizadas y las fotografías de carácter íntimo que encontró entre los archivos.

La fiscalía considera al imputado responsable de los delitos de allanamiento de morada, amenazas, detención ilegal, agresión sexual en grado de tentativa y descubrimiento de secretos, además de una falta de injurias. Por todos estos hechos, reclama penas que suman doce años de prisión.

El supuesto agresor atacó a su excompañera, cuya relación había finalizado hacía más de un año, tras percatarse de que esta estaba manteniendo relaciones sexuales con otro hombre en el dormitorio de la mujer, según el fiscal.

Los hechos ocurrieron sobre las once de la noche del pasado 11 de octubre de 2011 cuando el sospechoso acudió a casa de su expareja, en Can Picafort, y, al encontrar la puerta abierta, se introdujo en su interior sin la autorización de la víctima. Al ver que esta mantenía sexo con otro hombre, el imputado cogió dos grandes cuchillos de la cocina y la amenazó de muerte. El otro varón huyó hacia el garaje, mientras que la mujer se encerró en el baño. Entonces, el acusado clavó el arma en la puerta y le cogió su teléfono móvil, según la acusación pública.

Al cabo de media hora, el imputado dejó marchar al otro varón y la perjudicada salió del baño. Ambos forcejearon y se dirigieron al salón, donde el procesado supuestamente intentó violarla. La mujer se resistió y gritó pidiendo auxilio, pero su oponente le tapó la cara con un cojín. Pasada la medianoche, la víctima logró huir de la casa saltando a la calle por una terraza y avisó a la Guardia Civil de lo ocurrido.