Demasiado rencor guardado. Dos profesores de un instituto de Palma llevaban todo el curso acumulando tensión entre ellos. Son del mismo departamento y sus desavenencias eran vox populi en el centro, aunque la sangre no había llegado al río. Pero la situación acabó estallando. Durante una reunión celebrada a finales de junio, ambos se enzarzaron en una acalorada discusión, ante otros profesores, que fue subiendo de tono irremediablemente. La cosa acabó mal cuando uno llamó al otro "cariño" de forma irónica. El aludido montó en cólera y agarró por el cuello al otro, que respondió con un escupitajo en la cara de su rival. La mediación de sus compañeros logró poner cierta paz, pero el caso ha acabado en los tribunales.

El trilero machista

En los juzgados están acostumbrados a escuchar todo tipo de alegatos por parte de los detenidos. Pero algunos todavía tienen la capacidad de sorprender. Uno de los trileros del clan de ´Los Bustamante´, arrestados esta semana durante un gran operativo policial en s´Arenal, quiso exculpar a su mujer y dijo que no tenía nada que ver con las actividades de la banda. Lo sorprendente -y lamentable- fue la explicación que ofreció para dejar clara la inocencia de su pareja. Vino a decirle al juez Castro que las féminas no tienen capacidad para este tipo de cosas y que su papel en la vida es estar en la cocina, limpiar la casa y cuidar a los niños.

Fin de campaña

La orden de alejamiento dictada por el magistrado contra los nueve arrestados en esta operación, que les impide acercarse a menos de 500 metros de la primera línea de playa, no afecta a todos por igual. Mientras algunos de ellos deberán cambiarse de vivienda, ya que residen en la zona y de no hacerlo incurrirían en un delito de quebrantamiento, a otros no les supone ningún contratiempo. Uno de los acusados reaccionó bien al saber que esa es la única medida cautelar contra él, ya que según dijo tiene previsto marcharse en breve a Jaén después de "hacer la campaña" del trile en Mallorca.

El espontáneo volador

El pasado jueves, cuando el abogado de José María Ruiz-Mateos atendía a los medios de comunicación en los pasillos de Vía Alemania, un espontáneo quiso hacerse notar. Se situó tras el letrado y comenzó a soltar proclamas sin demasiado sentido. "¡Viva la democracia!", clamó ante redactores, fotógrafos y cámaras de televisión. Mateo, el vigilante que controlaba la zona en ese momento, no lo dudó. Agarró el hombre y, en un instante, consiguió ponerlo a varios metros de distancia. Algunos dicen que voló.

Ebrio y tozudo

Hay policías que no descansan nunca. El viernes, un agente que estaba fuera de servicio sorprendió a un hombre totalmente ebrio que pretendía ponerse al volante de un BMW en la barriada de Son Rapinya. El policía trató de impedírselo y alertó rápidamente a la base del 092 para que enviara refuerzos, ya que el dueño del coche se había encarado con él y mostraba muy malos modos. Sin embargo, parece ser que al final logró arrancar el vehículo y marcharse.

Algo más que incendiarios

Los bomberos llevan todo el verano combatiendo, casi a diario, la oleada de fuegos forestales que está azotando Mallorca. Tienen claro que buena parte de la culpa es de uno o varios incendiarios que se dedican a quemar los bosques por razones todavía oscuras. Pero algunas voces en los servicios de extinción hablan ya de que durante el invierno no se ha hecho el trabajo de limpieza en los montes, ni los cortafuegos que se hacían otros años. Eso sí, el tiempo de respuesta está siendo muy corto, lo que ha propiciado que pese al elevado número de incendios declarados la cifra de hectáreas sea inferior a la media de la última década.

Homenaje de los vecinos de Cala Sant Vicenç a su policía

La Asociación de Vecinos de Cala Sant Vicenç rindió un sentido homenaje, con entrega de placa incluida, al agente de la Policía Local de Pollença Gerard Sáenz "por su dedicación al cuidado del entorno de la Cala". Gerard Sáenz, con 22 años en el Cuerpo y 10 destinado en Cala Sant Vicenç, puede presumir de ser el único policía local de Pollença en activo homenajeado.