­Una furgoneta cayó el pasado viernes al mar en el Port de Valldemossa. El propietario estaba retirando una barca en una pronunciada pendiente del embarcadero cuando el vehículo, que al parecer estaba en punto muerto, se deslizó y acabó en el agua. Una grúa acudió al lugar y, con la ayuda de un grupo de marineros, logró izarla y trasladarla a un taller para ser reparada.

Los hechos ocurrieron anteayer hacia las nueve de la mañana. El propietario de una embarcación que estaba fondeada en el Port de Valldemossa aparcó el vehículo en el embarcadero, en una rampa de gran desnivel. Según parece, puso el freno de mano pero dejó la palanca de marchas en punto muerto. Así, la furgoneta acabó rodando por la pendiente y llegó al mar.

Testigos presenciales explicaron que el vehículo comenzó a hundirse en el agua, que llegó hasta el techo. Al lugar se desplazó una grúa que, con la ayuda de cuatro marineros que se encontraban en la zona, logró izar la furgoneta y devolverla a tierra.

El automóvil, que sufrió cuantiosos daños al hundirse, fue trasladado después a un taller para ser reparado, ya que el parecer tanto el sistema eléctrico como otros componentes resultaron dañados, añadieron las mismas fuentes.