­Un hombre de origen nigeriano se conformó ayer con una pena de tres años de cárcel por ejercer de correo e introducir en la isla un alijo de un kilo de cocaína que llevaba oculto en su organismo nada más aterrizar en el aeropuerto de Palma en diciembre de 2011.

El pasajero, de 36 años, fue descubierto por la Guardia Civil a su llegada a Son Sant Joan, procedente de Málaga. Su nerviosismo y comportamiento extraño despertaron las sospechas de los agentes. Tras ser trasladado al hospital de Son Espases en Palma, el acusado expulsó 43 dátiles con un kilo de cocaína.

El imputado, defendido por el letrado Miquel Àngel Cardell, admitió ayer los hechos y se conformó con la pena solicitada por la fiscal por un delito contra la salud pública.

El hombre fue arrestado el pasado 9 de diciembre de 2011 por la tarde cuando llegó a Son Sant Joan. Las placas radiológicas a las que fue sometido confirmaron que transportaba cuerpos extraños en su intestino. Al final, el hombre había tragado 43 comprimidos que contenían un kilo de droga valorada en unos 50.000 euros.