La Audiencia de Palma juzgó ayer a tres jóvenes de entre 25 y 27 años por la violación a una menor de 13 dentro de un coche en el verano de 2006 en la zona de Manacor. El supuesto autor material de la agresión sexual negó los cargos y alegó que se trató de una relación sexual consentida. Según indicó ante la sala, se creía que la joven tenía 17 años y en ningún momento la forzó. Sus dos compañeros imputados por presenciar los hechos dentro del vehículo y no evitarlos secundaron su versión y coincidieron con el principal sospechoso en que la pareja mantuvo sexo consentido. En cambio, la víctima manifestó que fue violada por el primer acusado en la parte trasera de un pequeño turismo, un Hyundai Gertz, mientras los otros dos no hicieron nada por ayudarla.

El principal acusado se enfrenta a una petición de pena de la fiscalía de 14 años de prisión por un delito de agresión sexual y sus dos amigos, a sendas condenas de 9 años de cárcel como cooperadores necesarios. Por su parte, los letrados de la defensa reclaman la libre absolución.

Los hechos ocurrieron el pasado 25 de agosto de 2006, sobre las once menos cuarto de la noche, cuando uno de los implicados recogió en coche a la menor en las cercanías de Manacor con la excusa de hablar con ella de su exnovia. No iba solo en el vehículo, ya que sus dos compinches viajaban escondidos: uno en el maletero y el otro en el espacio comprendido entre el asiento trasero y el delantero.

Los tres jóvenes manifestaron ayer ante el tribunal de la sección primera que querían "gastar una broma" a la chica y por ello se ocultaron dentro del automóvil. El principal sospechoso, que circulaba escondido detrás de los asientos delanteros, explicó que querían escuchar de lo que hablaban. Según su versión, pensaban que la chica tenía 17 años y no 13. Cuando el coche iba en marcha, él la tocó en el muslo desde atrás: "Ella se asustó, pero luego se giró y se rió". El joven indicó que le pidió que se pasara al asiento trasero y luego, salió el otro ocupante del maletero y cambió el sitio con el conductor. Según apuntó el acusado, en un principio la víctima se negó a besarle ya en la parte trasera del coche diciéndole que tenía novio, pero después accedió. Y lo mismo ocurrió al mantener sexo: "Ella se dejó. Dijo un par de veces que ´no´. Pero era un ´no, sí´. No era un ´no´ rotundo. Me decía que tenía novio pero gemía, me abrazaba y acariciaba".

El presunto violador también negó haberse puesto de acuerdo con sus dos amigos para agredirla y destacó que ella no se negó a tener sexo, ya que se rió y "pasó gusto". "No la violé. Siempre he tenido y me he ligado a la chica que he querido", añadió. Además, el joven detalló que a la menor le molestó que su compinche la hubiera grabado con el teléfono móvil, cosa que al final no consiguió. Los otros dos imputados mantuvieron que fue una broma y que la pareja tuvo sexo consentido.

Sin embargo, la víctima incidió en que en ningún momento quiso mantener sexo con el acusado ni se rió y que se lo dejó bien claro diciéndole que "no". Si bien, la joven admitió que, al pasar a la parte trasera del coche para que la llevaran a su casa porque estaba muy asustada, sí besó al muchacho porque le pareció guapo. "Me puse muy nerviosa. Me asusté mucho. No sabía qué más me iban a hacer", apuntó, tras acusar al sospechoso de la violación. La chica dijo que luego recibió amenazas e insultos en el pueblo.