La Audiencia Provincial de Palma juzgó ayer a un joven británico que se hallaba de vacaciones en la isla en el verano de 2010 por arrancar un trozo de nariz a un compatriota de un mordisco en la zona de Punta Ballena, en Magaluf. El turista, que lleva más de un año y medio en prisión preventiva por estos hechos, se enfrenta a una petición de pena del fiscal de ocho años y nueve meses de cárcel por un delito de lesiones con deformidad y otro de resistencia.

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