El juzgado encargado de investigar la muerte de Efosa Okosun, el joven nigeriano de 28 años que se precipitó desde un quinto piso en la calle Tomás Rullán de Palma a finales de agosto de 2011 lo que originó los graves disturbios en Son Gotleu y una gran tensión racial entre africanos y personas de etnia gitana, ha archivado el caso al considerar que el fallecimiento fue accidental. El magistrado ha concluido que el ciudadano nigeriano cayó al vacío de forma fortuita desde un balcón y descarta la participación de terceras personas en el óbito, tal y como habían barajado sus familiares.

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