El cadáver de un joven indigente de 20 años fue hallado ayer en el ruinoso estadio Lluís Sitjar. Los primeros indicios apuntan a una muerte por sobredosis, aunque la Policía abrió una investigación y estaba a la espera de los resultados de la autopsia.

Fueron dos ´okupas´, conocidos de la víctima, quienes hallaron el cuerpo poco después del mediodía y dieron la voz de alarma. Revelaron así que el antiguo fortín mallorquinista sigue siendo refugio de personas sin recursos pese a las intervenciones policiales para desalojarlas y el reciente sellado de todos sus accesos para evitar la entrada de intrusos.

De hecho, los agentes de la Policía Nacional que acudieron al estadio tuvieron que saltar un muro para acceder al interior. El cadáver se encontraba en una estancia del Lluís Sitjar y no presentaba signos externos de violencia. Agentes del grupo de Homicidios y la Policía Científica examinaron el lugar del hallazgo y descartaron la participación de terceras personas en la muerte.

El óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Palma, que envió a un médico forense para que examinara el cadáver. Todo apuntaba a una muerte por sobredosis, aunque los investigadores estaban a la espera de que la autopsia confirmara esta hipótesis.

Desde que el Real Mallorca dejó de hacer uso del estadio, en 2007, el Lluís Sitjar se convirtió en refugio de toxicómanos y familias enteras de inmigrantes mientras las instalaciones avanzaban hacia la ruina. El pasado verano, la Policía desalojó a 19 personas que se habían instalado allí y hace poco más de una semana se acabaron de sellar todos los accesos con el propósito, fracasado, de evitar la llegada de nuevos intrusos.