Un juzgado de Palma condenó ayer a penas que suman cuatro años de prisión a unos padres senegaleses por quemar con una cuchara al rojo vivo en las piernas a su hijo de siete años en el domicilio familiar en Magaluf (Calvià) a mediados de 2009. La pareja admitió ayer ante el magistrado haber causado heridas al niño con el cubierto incandescente con el fin de atemorizarle y que les obedeciera. Los progenitores se declararon culpables de un delito de lesiones y se conformaron con las penas propuestas por la fiscalía y el letrado de la acusación particular, en representación del Consell de Mallorca, institución que se hizo cargo del menor agredido.

El magistrado del juzgado de lo penal número 6 de Palma les impuso a cada uno dos años de cárcel y la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad por un periodo de seis años. Además, el juez prohibió a la pareja aproximarse y comunicarse con su hijo durante tres años y medio y fijó una indemnización de 3.000 euros.

Junio de 2009

Los hechos se remontan a fechas anteriores al día 30 de junio de 2009 cuando los dos acusados, una pareja de origen senegalés que está casada, trataron de atemorizar a su hijo, de siete años, para que obedeciera a sus órdenes agrediéndole en el domicilio familiar, situado en Magaluf.

La madre del niño calentó el mango de una cuchara sopera con un mechero y a continuación pegó el cubierto fuertemente y en tres ocasiones contra las piernas de su hijo, según la versión de la fiscalía.

Todo ello fue presenciado y consentido por el padre del menor, que no hizo "absolutamente nada para evitar la indicada brutalidad", según el ministerio público. A consecuencia de estos hechos, el niño sufrió tres heridas ulcerosas por quemadura en ambas piernas, dos en la izquierda y una en la derecha, que precisaron tratamiento médico y tardaron en curar 30 días. Le han quedado como secuela las marcas de las quemaduras. La madre fue condenada como autora de las lesiones y el padre, por comisión por omisión.