Unos vapores tóxicos inundaron ayer las instalaciones de la piscina de Son Hugo. Un operario realizó una mezcla equivocada y provocó una reacción química inesperada. Dos personas tuvieron que ser hospitalizadas con síntomas de intoxicación.

Los hechos ocurrieron ayer sobre las siete de la mañana. El camión encargado del mantenimiento mezcló por error unos 200 litros de ácido clorhídrico, un producto utilizado para nivelar el ph, junto con hipoclorito. Los líquidos los echaron en el recipiente de la sala de máquinas destinado al cloro.

La reacción química no se hizo esperar. Las instalaciones quedaron inundadas de vapores tóxicos. Un total de 10 personas que se encontraban en esos instantes en el interior, encargadas del mantenimiento y la limpieza, fueron desalojadas como medida de precaución.

Al parecer, un defectuoso etiquetado de los productos fue el origen del vertido químico. Los líquidos, supuestamente, no se correspondían con lo que mostraba la etiqueta.

Un dispositivo especial de emergencia se activó en torno a las piscinas de Son Hugo. Varias dotaciones de los bomberos de Palma, asistencias sanitarias y efectivos de la Policía Local se movilizaron ayer a primera hora hacia las instalaciones.

En observación

Los servicios sanitarios trasladaron al conductor del camión y a otro operario en ambulancia hasta la Clínica Juaneda. Los facultativos no les apreciaron síntomas graves de intoxicación. No obstante quedaron ingresados en observación.

En muy poco tiempo, una nube tóxica había tomado el recinto. Los bomberos se encargaron de ventilar el recinto para disipar los vapores de la atmósfera irrespirable en que se había convertido Son Hugo. También abrieron los ventanales y las puertas de las piscinas municipales para favorecer que el aire fresco entrara en el recinto. Durante buena parte de la mañana, los bomberos permanecieron en la zona. Por fortuna, el agua de la piscina no llegó a resultar afectada. No obstante, el baño se prohibió por completo y las instalaciones permanecieron completamente cerradas al público durante todo el día. Estaba previsto que hoy fueran reabiertas.

El vertido tóxico pilló por sorpresa a numerosos bañistas. "No se puede pasar. Ha habido un problema técnico y la instalación está cerrada", apuntaban dos empleados a los usuarios. No obstante, el fuerte olor que impregnaba el exterior era lo suficientemente explícito.

La piscina de Son Hugo acoge a unos 2.000 usuarios a diario. El cierre de Son Moix, tras el tornado que azotó Palma en 2007, provocó que este recinto polideportivo sea mucho más utilizado.