"Queríamos encontrarlo para bien o para mal, y al final ha sido para mal". Daniel, el hermano de Carlos Fayos, se encontraba ayer muy afectado tras el hallazgo del cadáver, aunque mostró en parte el alivio que supuso poner fin a más de dos meses de incertidumbre.

Aunque todavía están pendientes de que se le realicen las pruebas de ADN para confirmar al cien por cien que los restos hallados el domingo en una finca agrícola junto a Son Banya pertenecen a Carlos Fayos, los familiares no tienen ninguna duda al respecto. "Junto al cadáver encontraron su cartera, su teléfono móvil y su reloj. Es él", asevera Daniel Fayos.

Pese a que el estado en el que se encontraron los restos del joven desaparecido dificultarán en gran medida determinar las causas de su muerte, su hermano se mostró convencido de que estas fueron naturales. "Lo que está claro es que no sufrió una agresión".

La familia pone fin de esta manera a nueve semanas de angustia, desde que el pasado día 3 de febrero Carlos salió de casa de su madre en es Molinar tras comentarle que iba a cenar en compañía de un amigo en Festival Park. Nadie volvió a verle desde entonces.