Fuentes policiales han indicado a EFE de que podría tratarse de un homicidio, al tiempo que Gas Natural ha descartado toda relación con la explosión tras confirmar que no tiene clientes en esa vivienda.

Fuentes de la investigación han indicado también que los bomberos que han acudido hasta el lugar han confirmado que la instalación de gas no estaba afectada ni presentaba síntomas de manipulación, al igual que las dos bombonas de gas butano, que había en el interior del piso y que estaban intactas.

El cuerpo de la víctima, al parecer una varón de unos 36 años que según los vecinos podría ser profesor de instituto, ha sido hallado completamente carbonizado por los sanitarios de Emergencias 112 que han acudido hasta el lugar.

El suceso, que investiga la Policía Científica, ha ocurrido a las 06:45 en el número 9 de la calle Escritorios, en el piso primero A de una corrala de dos alturas en pleno centro de la localidad madrileña, cuyos vecinos, que viven en su gran mayoría de alquiler, han sido desalojados.

Hasta el lugar se han desplazado tres dotaciones de bomberos, que han extinguido el fuego y se han retirado sin poder determinar las causas, y varias unidades del SUMMA, que no han tenido que trasladar a nadie a centros sanitarios puesto que no ha habido otros heridos ni intoxicados.

El jefe de Guardia de Bomberos de la Comunidad, Roberto Prieto, ha declarado allí mismo que el fuego sólo ha afectado a la propia vivienda, en concreto a los muros interiores, y que, en principio, no hay daños en la estructura del edificio.

Uno de los vecinos, un pintor local que se hace llamar Toro Bravo y reside en la planta baja, ha relatado a los periodistas que se ha despertado sobresaltado por la explosión y ha subido corriendo hasta la vivienda en que ha ocurrido, aunque, tras echar abajo la puerta, no ha podido entrar porque el humo se lo ha impedido.