Casa Real

Un catarro impide navegar al rey emérito, que vuela a Zaragoza, donde estudia su nieta, la princesa Leonor

Juan Carlos I no pudo participar en la regata que ganó el “Aida” y canceló a última hora el viaje previsto para ayer de Vigo a Ginebra

El rey emérito charló con unos amigos en el puerto.

El rey emérito charló con unos amigos en el puerto. / RAÚL TERREL

Nicolás Davila

El rey Juan Carlos alargó unas horas su estancia en Sanxenxo después de cancelar a última hora el vuelo que tenía programado para la tarde de ayer desde Peinador con destino a Ginebra. Su marcha de Galicia está ahora programada para primera hora de hoy lunes, con salida de Vigo rumbo a Zaragoza, probablemente para ver a su nieta, la princesa Leonor, que cursa estudios en la Academia General Militar. Un catarro que arrastra desde hace varios días le ha impedido salir al mar en todo el fin de semana. Por recomendación médica debido a las altas temperaturas, el rey emérito se quedó en tierra y no pudo navegar en los cinco días en la ría, desde su llegada el miércoles.

Esta es su segunda visita del año a la ría con escasa exposición pública y nada de navegación. El resfriado le ha mantenido la mayor parte del tiempo en casa de su anfitrión, Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo. Al margen de las visitas de amigos o la tripulación del “Bribón”, esta estancia del rey emérito ha estado marcada por la casi nula vida social. Tras quedar en tierra el pasado sábado, ayer domingo volvió a acudir al puerto deportivo que lleva su nombre para saludar a la tripulación del “Bribón”, pero, una vez más, no participó en la regata de la clase 6 Metros. Ese resfriado desaconsejó una exposición prolongada al sol, en especial a su edad, 86 años.

Sobre las 11.30 horas el rey emérito llegaba al puerto desde la casa de su amigo Pedro Campos, que conducía el coche, y se acercaba al náutico donde ya se encontraba la tripulación y otros conocidos. Vestido con ropa náutica, gorra y gafas de sol, hizo lo mismo que el sábado. Charló durante una hora con sus amigos, pero sin salir a navegar.

Tras ello, subió al coche de Pedro Campos y, sentado en el asiento del copiloto, saludó a su salida del náutico. Por su parte, la tripulación se dirigió al campo de regatas para disputar la última jornada de la segunda serie de la liga de 6 Metros, una prueba que ganó el “Aída”.

La de ayer fue su segunda y última aparición pública en los cinco días que pasó en la ría y en este viaje Juan Carlos I no ha navegado ningún día. Preguntado por los medios sobre cómo se encontraba, respondió sentado desde el asiento del copiloto y a medida que abandonaba el náutico sin detenerse, que estaba “bien” pese al resfriado.

La próxima regata de la Liga Española de la clase 6 Metros está prevista dentro de un mes, entre el 17 y el 19 de mayo y salvo sorpresas, el rey emérito tiene previsto volver a Sanxenxo con la esperanza de poder competir sin limitaciones y preparar el Campeonato de Europa de esa clase, que será en septiembre en aguas de Sanxenxo.

La sorpresa sí que saltó ayer en la Liga de 6 Metros con la victoria en el fin de semana del “Aida”, patroneado por Javier de la Gándara. Se aúpa así a la tercera plaza de la general, que encabeza el “Bribón” y defiende el título de 2023, con el “Titia” en segundo lugar a solo cuatro puntos de campeón de la pasada temporada.