Imparten un curso en Palma centrado en la asistencia personal y dirigido a mujeres en riesgo de exclusión

Tendrá lugar este martes, miércoles y jueves en la sede de Impulsa Igualtat-Predif IB

La asistencia personal es un derecho fundamental

La asistencia personal es un derecho fundamental

La asistencia personal, un derecho humano fundamental, tal y como se recoge en la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, es el tema central de un curso dirigido a mujeres en riesgo de exclusión en Balears que será impartido por Myriam Arnáiz este martes, miércoles y jueves, en el número 6 de la calle Fratín de Palma, en la sede de Impulsa Igualtat-Predif IB.

El fin de este curso, organizado por Predif Illes Balears, es potenciar la figura del asistente personal en Mallorca y tiene un enfoque inclusivo y socialmente relevante al dirigirse a mujeres en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión. Myriam Arnáiz, reconocida figura mediática de gran relevancia en el sector de la asistencia personal, es la responsable del área de autonomía de Impulsa Igualdad y aportará su amplia experiencia y conocimiento en el ámbito de la asistencia personal y la inclusión. Por otro lado, Arnáiz se ha convertido en una gran divulgadora gracias a su actividad en las redes sociales, donde protagoniza multitud de videos en los que presenta las dificultades que afrontan las personas con discapacidad con un gran sentido del humor.

Myriam Arnáiz, reconocida figura mediática de gran relevancia en el sector de la asistencia personal

Myriam Arnáiz, reconocida figura mediática de gran relevancia en el sector de la asistencia personal / .

La figura del asistente personal

El asistente personal es aquella persona que realiza o ayuda a realizar las tareas de la vida diaria a otra persona que, por su situación, no puede ejecutarlas por sí misma o le presentan dificultad. Dota al individuo de las herramientas necesarias para poder llevar una vida independiente.

La asistencia personal se convierte en un soporte para que las personas con diversidad funcional sean ciudadanos de pleno derecho, en las mismas condiciones de libertad y de control sobre su vida que cualquier otro ciudadano, facilitando que puedan disfrutar del máximo nivel de autonomía en el desarrollo de su proyecto de vida. En este sentido, cabe destacar que la persona con diversidad funcional ejerce una figura de autoridad en la relación laboral. Es por esta razón que se define como una figura de auto-ayuda ya que la acción siempre la inicia y la decide la persona con diversidad funcional.