Estrellas Michelin y mesones históricos reciben un homenaje en la feria Horeca

Los innovadores chefs Ángel León y Gerhard Schwaiger se unen a los tradicionales restaurantes Can Pedro y Los Patos en los reconocimientos

También galardonan al pastelero Francesc Pomar, de Can Pomar, la cocinera Margalida Alemany y el barman Antonio Barea

Así ha sido el homenaje en Horeca a Ángel León, el 'chef del mar', con cuatro estrellas Michelin

B. Ramon

Raquel Galán

Raquel Galán

Con cuatro estrellas Michelin, el conocido como el chef del mar, Ángel León, disfrutó en Mallorca este fin de semana de pescar con su hijo y pasear por la costa antes de recibir este lunes el homenaje de la feria de restauración Horeca. Fue el principal galardonado en un evento que también reconoció el trabajo de Gerhard Schwaiger, el primer chef de la isla que obtuvo dos preciadas estrellas, cuando dirigía la cocina del Tristán, en Puerto Portals.

Pero como dijo el maestro de ceremonias, Koldo Royo, los honores no eran por sus premios, sino por toda una vida de oficio y alegrar el paladar de los comensales. Por ello, además de estos dos innovadores frente a los fogones, fueron reconocidos los propietarios de los tradicionales mesones mallorquines Can Pedro y Los Patos, Pedro Esteban y Ana María Romera, y Leonor Barceló, respectivamente; el repostero Francesc Pomar, la divulgadora y cocinera Margalida Alemany y el barman Antonio Barea.

«Después de un fin de semana muy especial, quiero compartir este galardón con quienes todos echamos de menos en hostelería: la familia», dijo el chef del mar a su mujer, Marta Girón, y su niño, Ángel, «para que vea que cuando papá trabaja está haciendo cosas muy chulas», tan revolucionarias como por ejemplo introducir el plancton en la alta cocina. En la isla ha descubierto curiosidades del Mediterráneo y también ha probado platos alejados del mar, como los callos que comió en el bar Can Frau, en el mercado de Santa Catalina. Y este lunes conoció a otro amante de la pesca, el chef Schwaiger, que subió al escenario con su maître y mano derecha, Cristina Pérez.

"Gran agitadora"

La siguiente reconocida fue Margalida Alemany, «una gran agitadora que ha motivado que muchos sean cocineros», según destacó Koldo Royo. A todos ellos dedicó el premio y aseguró que, «aunque la cocina exige mucho sacrificio, es lo más grande» que le ha pasado en su vida. Sobre el «sufrimiento y entrega» que este oficio conlleva habló asimismo la mujer de Pomar, del histórico horno Can Pomar, cuya cuarta y quinta generación están ahora al frente «manteniendo la calidad y tradición» de un establecimiento fundado en 1902.

Él confesó que su única ilusión es poder volver a elaborar recetas de pasteles, que es lo que ha hecho toda su vida, aunque ahora está enfermo. En su ámbito fue innovador, porque creó los populares cardenales y músics tras aprender técnicas de otras latitudes y compartió todos sus conocimientos con colegas de diversos pueblos de la isla.

El premiado barman Antonio Barea es otro de los profesionales que ha difundido su experiencia, en este caso en coctelería. Fue el maestro de Rafa Martín, que se hizo con la medalla de bronce a nivel mundial, y estuvo al frente de la asociación durante más de medio siglo, ya que nació «en una coctelera», como bromeó en el «acto más importante» de su vida, según sus palabras.

«El Zara de la cocina»

«El Zara de la cocina, donde va todo el mundo, desde quien tiene un 850 hasta un Ferrari», afirmó Royo, es el mesón Can Pedro, que Pedro Esteban abrió hace 55 años en Génova. Dedicó el premio de Horeca a sus «tres hijos, tres nueras y siete nietos, de los que tres ya están trabajando allí», tal como destacó quien aseguró que su mujer se merece el galardón más que él.

Y la propietaria del otro restaurante tradicional que fue reconocido, Leonor Barceló, de Los Patos, tuvo unas palabras de recuerdo para su marido, que ya falleció, Gabriel Font, así como para la tercera generación de este establecimiento, los trabajadores que han estado con ellos en estas casi cinco décadas y los muchos clientes que les visitan.