Estudio científico

Una botella de agua puede contener hasta 240.000 fragmentos de microplásticos

Hasta ahora, el estudio de este fenómeno se ha centrado en los microplásticos de entre 5 milímetros a un micrómetro

Botellas de agua.

Botellas de agua. / SHUTTERSTOCK

Valentina Raffio

Hace años que la comunidad científica advierte de la 'plaga de microplásticos' que inunda el planeta. Estos minúsculos fragmentos de residuos, derivados de la descomposición de este material, ya han sido hallados desde los ecosistemas más remotos del planeta (como en la cima del Everest) hasta en el interior del cuerpo humano (como en el torrente sanguíneo, el corazón o el cerebro).

Un estudio identifica una cantidad inédita de fragmentos de plástico en las marcas de agua más vendidas en EEUU

Hasta ahora, el estudio de este fenómeno se ha centrado en los microplásticos de entre 5 milímetros a un micrómetro. ¿Pero qué pasa si buscamos restos aún más pequeños? Según apunta un estudio de la Columbia Climate School, la presencia de nanoplásticos es aun más aterradora. En una botella de agua de un litro, por ejemplo, pueden hallarse hasta 240.000 fragmentos de este material tan minúsculos que, hasta ahora, habían pasado desapercibidos.

¿Pero de dónde sale esta cifra? ¿Qué diferencia hay con estimaciones anteriores? Y sobre todo, ¿qué peligro puede suponer para una persona ingerir esta cantidad de microplásticos cada vez que toma agua? Para responder a todas estas preguntas, y entender las conclusiones de este trabajo, hay que ir paso a paso, comprender la información y no dejarse llevar por el alarmismo. Así que, sin más preámbulos, empecemos desde el principio.

Para llevar a cabo este estudio, los investigadores analizaron tres marcas de agua embotelladas muy populares en Estados Unidos. Los expertos se centraron en localizar todos los microplásticos presentes en las botellas: desde los más grandes, que rondan los 5 milímetros, hasta aquellos tan pequeños como 100 nanómetros, un grupo que hasta ahora no se había rastreado.

El análisis registra entre 110.000 y 370.000 partículas por litro de agua, el 90% de las cuales burlan los sistemas de detección

Estudios anteriores ya habían apuntado a la presencia de microplásticos en el agua embotellada. Un análisis de 2018, por ejemplo, localizó hasta 325 partículas en las botellas. Una investigación de 2019 apuntó a casi 100.000 partículas por recipiente. El estudio publicado este lunes ha detectado entre 110.000 y 370.000 partículas por litro. De todas estas, tan solo el 10% entrarían en lo que hasta ahora consideramos como microplástico. El 90% restante son tan diminutas que burlarían los filtros utilizados hasta la fecha para estudiar la presencia de este material en las aguas. "De esta manera identificamos entre 10 y 100 veces más plástico que las estimaciones anteriores", afirman los autores de este trabajo.

¿De dónde salen los microplásticos?

El análisis de los microplásticos encontrados en las botellas de agua también ha dado algunas pistas sobre su origen. El compuesto más común es el tereftalato de polietileno (o PET), un 'ingrediente' muy común en la elaboración de las botellas de agua y latas de refresco. Según explican los autores de este trabajo, es probable que este material se descomponga e ingrese al agua cuando se manipula la tapa (es decir, en el proceso de abrir y cerrar repetidamente el recipiente) o cuando la botella se expone al calor. En ambos casos, se cree que estos compuestos se desprenden de la botella y acaban cayendo al agua.

Uno de los compuestos más comunes puede desprenderse de la manipulación de los tapones o de la exposición al calor

Los análisis también encontraron un gran número de muestras de poliamida. En este caso, los expertos creen que, irónicamente, podría tratarse de restos de los filtros de agua que se utilizan para purificar el agua antes de embotellarla. En este sentido, la investigación ha dado con otros compuestos muy utilizados en procesos industriales como, por ejemplo, el poliestireno, el cloruro de polivinilo y el metacrilato de polimetilo. Más allá de estos, preocupa el hallazgo de compuestos que, hasta ahora, han sido imposibles de identificar. Es decir, miles de partículas cuya composición y origen no se ha podido determinar.

¿Qué impacto tienen en la salud?

¿Pero qué efecto tiene todo esto en la salud? ¿Qué impacto puede tener la ingesta de microplásticos? ¿Y qué podemos hacer para minimizar su impacto? Pues bien, llegados a este punto el tema se vuelve más espinoso. Sobre todo porque, por el momento, la ciencia todavía no tiene una respuesta clara. Por extraño que parezca, el gran problema de los microplásticos no son los fragmentos de material en sí, sino las sustancias que se añaden para modificar sus propiedades y adaptarlo a diferentes usos. Se estima que de los más de 3.000 compuestos químicos utilizados en la fabricación de este material hay al menos 60 que se relacionan con un riesgo para la salud humana. Es el caso, por ejemplo, de sustancias que podrían actuar como disruptores endocrinos, provocar daños neurológicos e incluso tener efectos cancerígenos. Aunque, una vez más, todavía no está claro cómo, cuándo y a partir de qué cantidades estos materiales pueden suponer un daño para la salud humana.

La exposición a algunas sustancias pueden suponer un riesgo para la salud, aunque todavía está claro cómo y cuándo

Ante todas estas incógnitas, los expertos piden, por un lado, seguir investigando sobre estas cuestiones y, por el otro, hacer lo posible para minimizar al máximo la plaga de plásticos en el planeta. En estos momentos se calcula que la producción mundial de plástico supera las 350 millones de toneladas anuales. Se estima que buena parte de estas acaban vertidas en el medio natural, ya sea en ecosistemas terrestres o en las aguas del mundo. A diferencia de lo que ocurre con los residuos orgánicos, los plásticos tardan mucho más en descomponerse del todo y acaban degradándose en minúsculos fragmentos que, poco a poco, alcanzan todos los rincones del planeta. De ahí que, tal y como reclaman los expertos, urge reducir drásticamente la producción y el consumo de este material

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