PRODUCTORES SOSTENIBLES | Producción natural

Los secretos del tomate de ramallet ecológico de una familia de Mallorca

Sesenta años llevan dedicándose a este fruto en Agromallorca. Su producción natural gracias al trabajo de tres generaciones que han apostado por la sostenibilidad, les ha llevado a ser reconocidos con uno de los Premios a los Mejores Productores Sostenibles de BBVA en 2023.

Isabel Vicens, presidenta de Agromallorca

Isabel Vicens, presidenta de Agromallorca / Pablo García

Miguel Ángel Bargueño

“Es un fondo de armario”, dice Isabel Vicens. Y no está hablando de ropa, se refiere a su tomate ecológico de ramillete, aderezado exclusivamente con aceite de oliva virgen extra y sal, ideal para untar directamente sobre pan y preparar el típico pa amb oli, tradicional desayuno o tentempié de Mallorca y otras zonas de las Islas Baleares, equivalente al pa amb tomàquet en Cataluña. Pero, como indica Isabel, sirve para otras muchas cosas: “Puedes emplearlo para hacer cualquier fondo: un arroz con tomate, un simple huevo con tomate, un sofrito, cualquier paella, cualquier guiso... Como tiene tanto sabor, potencia todo lo que cocines”.

Isabel es la presidenta de Agromallorca, empresa agrícola que en 2024 cumplirá sesenta años de historia donde preparan la mencionada delicia multiusos la cual, además, se comercializa en un bonito tarro de cristal -más sostenible que el plástico, -sin etiqueta de papel. “Nuestro lema es: 'La etiqueta es el tomate”, añade. “A través del cristal se puede ver el producto, con sus semillas, sin colorantes, sin conservantes, ni aditivos, ni químicos, ni espesantes. Es un producto cien por cien natural”.

La propia Isabel, que piensa que uno nunca deja de aprender, realizó un máster hace diez años para conseguir en ese formato de cristal la máxima conservación para el tomate sin alterar sus cualidades organolépticas. “Mi obsesión era que, ya que hacemos un tomate 100% ecológico natural, no cargármelo para forzar su conservación. Se somete a un proceso técnico pero mínimo, por el que se pone a 80º C grados y, a continuación, se abate la temperatura. Así dura dos años”. Hace cien, los tomates que se seleccionaban para conservar se plantaban en secano, no en regadío, lo que aportaba un sabor “muy concentrado y potente”, explica. En Agromallorca seleccionan las mejores semillas autóctonas para lograr idéntico resultado.

En esta empresa familiar se ocupan del tomate desde que se siembran las semillas y se recolectan los frutos maduros hasta que se distribuyen

En esta empresa familiar se ocupan del tomate desde que se siembran las semillas y se recolectan los frutos maduros hasta que se distribuyen / Pablo García

En esta empresa familiar se ocupan del tomate desde que se siembran las semillas y se recolectan los frutos maduros hasta que se distribuyen, ya sea frescos o en elaboraciones como la de untar. “Abarcamos todos los trabajos culturales del tomate”, indica. Los tomates frescos que no se venden, los donan al Banco de Alimentos de Mallorca (el año pasado, enviaron a esta organización 200 toneladas). “Con lo que no podemos vender ni donar, fabricamos productos elaborados, dando al tomate una segunda vida a través de los tarros de cristal”. Precisamente por el tomate ecológico en ramillete Agromallorca han recibido el reconocimiento de BBVA como uno de los diez Mejores Productores Sostenibles de España en 2023. Anualmente, y desde hace ya cuatro años, BBVA -en colaboración con El Celler de Can Roca- busca a través de estos premios visibilizar y apoyar proyectos donde la sostenibilidad sea la protagonista, poniendo en valor las iniciativas que cuidan del planeta e impulsan los entornos rurales.

“El coste del plástico es infinitamente inferior, pero la agricultura no es una economía especulativa sino productiva. Los agricultores pensamos a largo plazo. El plástico es dañino para el medio ambiente, y llevamos dentro el compromiso por cuidarlo, mantenerlo y, si es posible, mejorarlo. Es nuestra fuente de riqueza. Sin tierra, sin agua, no hacemos nada; son nuestros bienes más preciados, junto con el sol”, prosigue Isabel.

Agricultura sostenible de generación en generación

Fue el padre de Isabel, don Joan Vicens, quien fundó Agromallorca en 1964. Como ella dice, “nací en la empresa, rodeada de tomates. Suelo decir que no tengo sangre, tengo tomate en las venas, porque es mi vida y, después de mis hijos, mi pasión”. La tercera generación del clan, con Jaime Pou Vicens al frente, ya está dirigiendo el rumbo de la empresa y trabajando, además, por innovar en el ámbito de la sostenibilidad. Actualmente integran Agromallorca 180 trabajadores de media. Cuenta con 425.000 m2 de árboles frutales, 800 m2 de semillero propio y 140.000 m2 de cultivos hortícolas en exterior. En 2019 vendieron 5.500 toneladas de tomates.

El tomate de Agromallorca se comercializa en un bonito tarro de cristal, sin etiqueta de papel

El tomate de Agromallorca se comercializa en un bonito tarro de cristal, sin etiqueta de papel / Pablo García

Explica Isabel que la sostenibilidad siempre ha ido de la mano de su actividad. Engloba facetas más allá de los cultivos. Hace ya muchos años montaron un sistema de recogida de aguas pluviales que se embalsan para su posterior reutilización y, además, cuentan con placas solares para generar su propia energía. Abonan y limpian las fincas con ovejas, lo que evita el traer insumos de la península. En realidad, no hay nada en Agromallorca que venga de fuera de la isla. “No delegamos en otras empresas para las elaboraciones o los envasados, lo hacemos todo nosotros”. Con el remanente de la cosecha que no se puede vender ni donar, fabrican un compostaje de alta calidad con el que abonan la tierra.

"El día que no tengamos estos productos -añade- nos daremos cuenta de la necesidad. Es tradición, es cultura. Se trata de hacerlo de la mejor manera posible”.

INICIATIVA PREMIADA POR BBVA

INICIATIVA PREMIADA POR BBVA

Con los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles de España, la entidad reconoce anualmente -junto con El Celler de Can Roca- proyectos que tienen detrás historias de personas cuya apuesta es crecer a través de modelos de negocio sostenibles con la vista puesta en el desarrollo de las zonas, la mayoría rurales, donde realizan su actividad. Son ya 36 los productores premiados a través de esta iniciativa, que ya suma cuatro ediciones y en la que han participado cerca de 500 agricultores, ganaderos y productores de alimentos en general. Un hecho que les ha ayudado a impulsar sus ventas, aumentar la producción, poner en marcha nuevas actividades y expandirse nacional e internacionalmente, además de mejorar la visibilidad de sus productos ecológicos. Y es que BBVA busca acompañar a estos emprendedores para que, también, sirvan de ejemplo a aquellos que se planteen producir de una forma diferente, y que vean la transición ecológica como opción para una nueva etapa donde impactar de manera positiva en su entorno -para hacer del mundo un lugar más verde e inclusivo- es parte del futuro.