Muere el señor Sato, fundador del primer restaurante japonés de España

Toshihiko Sato, el fundador del primer restaurante japonés de España, ha muerto este viernes en su residencia de Las Palmas de Gran Canaria, a los 86 años.

Más conocido en la capital grancanaria como el señor Sato llegó con 25 años a Gran Canaria y abrió el popular restaurante Fuji, en 1967.

La historia de Toshihiko Sato, nacido en Miyagi, Japón, en 1942, es un relato fascinante de un hombre que cruzó medio mundo en busca de su pasión y se convirtió en pionero de la gastronomía japonesa en España. Su viaje lo llevó desde el puerto de Amberes hasta Las Palmas de Gran Canaria, donde abrió el primer restaurante japonés del país en 1967.

Servicio para la flota japonesa

El amor de Sato por la ornitología lo acompañó durante su travesía, imaginando aves exóticas entre palmeras tropicales en el camino hacia su destino desconocido. Sin embargo, su primera impresión al llegar a Las Palmas de Gran Canaria no cumplió sus expectativas, tal y como apuntó en más de una ocasión puesto que se imaginaba Gran Canaria como "las islas tropicales de las películas".

En 1960, el Puerto de Las Palmas era un importante centro mercantil que servía como parada obligatoria para la flota japonesa de pesca. El señor Sato se estableció en la capital grancanaria, sin saber que se convertiría en su hogar permanente y que marcaría el comienzo de una carrera culinaria única.

Cuando el restaurante Fuji, ubicado en la calle Fernando Guanarteme número 56, abrió sus puertas, el señor Sato no sabía en ese momento que estaba inaugurando el primer restaurante japonés en España. Atraía sobre todo a turistas escandinavos y a los tripulantes de la marina japonesa, así como otros asiáticos residentes.

Los primeros años fueron desafiantes, ya que la cultura culinaria local no incluía alimentos crudos como el sushi. Sin embargo, la abundancia de pescado fresco en la isla ayudó a que el restaurante ganara aceptación. El señor Sato ideó un plan ingenioso para atraer clientes: si el comedor estaba vacío, salía a buscar a los clientes en el puerto, donde esperaban los atuneros japoneses. Preparaba cajas de bento listas para servir antes de que los barcos atracaran en el puerto, lo que se convirtió en un éxito.

El señor Sato colgó el delantal en 2007 y transmitió a Miguel Martínez, su histórico jefe de cocina, el espíritu original de la casa, que en 2022 estrenó su nueva ubicación en la calle Pedro Castillo Westerling, número 20 en la capital grancanaria.