El motivo por el que los españoles, a diferencia de casi todo el mundo, tenemos dos apellidos

Gente paseando

Gente paseando / Konstantin Yolshin - Shutterstock

La cuestión de los apellidos ha sido motivo de reflexión en más de una ocasión, especialmente al relacionarnos con personas de otras culturas o al enfrentarnos a trámites oficiales en distintos países, pero, ¿por qué algunos tienen un solo apellido mientras que en otros lugares, como en España, solemos llevar dos?

En el siglo XVI era común que cada individuo tuviera un nombre de pila y un genitivo, que funcionaba como un apodo relacionado con su lugar de origen o familia, sin embargo, el cardenal Cisneros decidió cambiar esto y establecer que cada persona recibiría el apellido de su progenitor, de forma obligatoria y sin opciones. Esta medida, implementada en 1501, fue el primer paso hacia el sistema de doble apellido que conocemos hoy en día.

Inicialmente, el uso del doble apellido se arraigó entre la clase alta de Castilla, pero con el tiempo se extendió al resto de la población española. Se percibió que el sistema de doble apellido facilitaba el control por parte de la Administración, y hacia la década de 1830, esta práctica ya era común aunque no estuviera regulada oficialmente.

No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el doble apellido se incluyó por primera vez en el registro oficial, y su adopción como norma tuvo que esperar hasta el Registro Civil de 1871. Finalmente, en 1889, el Código Civil confirmó legalmente que los hijos tenían derecho a llevar ambos apellidos, el del padre y la madre.