Accidente de Angrois

Las aseguradoras de Adif y Renfe enseñan los dientes en el juicio del Alvia en Santiago

Los letrados de ambas compañías libran una intensa batalla por el pago de las indemnizaciones en la penúltima sesión del juicio

Un momento del juicio, con Cortabitarte y Garzón presentes en la sala.

Un momento del juicio, con Cortabitarte y Garzón presentes en la sala. / XOÁN ÁLVAREZ

X. A. Taboada

Las aseguradoras de Adif y de Renfe expusieron este miércoles sus calificaciones finales, en la penúltima sesión del juicio del Alvia en Santiago (Galicia), con munición de grueso calibre. En juego está el determinar a quién corresponde el pago de las indemnizaciones en un accidente que se saldó con 80 personas fallecidas y otras 145 heridas. La reclamación por daños y perjuicios en concepto de responsabilidad civil asciende a 57,7 millones de euros, de los que QBE –la aseguradora de Renfe– ha abonado ya unos 25, que espera recuperar, todo o al menos en parte, si los gastos también los comparte Allianz Global –el seguro de Adif–, para lo que primero debe ser condenado el exdirector de Seguridad en la Circulación del administrador ferroviario, Andrés Cortabitarte, al que el fiscal, en un giro sorprendente en la última fase del proceso, retiró la acusación al albergar dudas sobre su culpabilidad. Por el contrario, sí mantuvo la imputación contra el maquinista, Francisco José Garzón.

Con este telón de fondo, el pago de las indemnizaciones, se desarrolló este miércoles la penúltima jornada del juicio oral, en la que intervinieron únicamente los letrados de Allianz y de QBE. La batalla que soterradamente han mantenido a lo largo del todo el proceso, se mostró en esta sesión sin máscaras, a cara de perro.

“Persecución y montaje”

El primero en tomar la palabra fue el representante de la aseguradora de Adif. Sostuvo que existe una “persecución” contra Andrés Cortabitarte fruto de un “montaje” o “maniobra orquestada” por QBE y que él es “la única víctima”, a quien “se le ha arruinado la vida por un delito que jamás cometió” y una “larguísima pesadilla”.

“¿Quién se beneficia de la persecución que se está haciendo al señor Cortabitarte? Creo que es una pregunta que nos hemos formulado todos. Quien se beneficia es QBE, que se ahorraría casi 30 millones de euros”, enfatizó el abogado de Allianz Global, tras lo que añadió que la hipotética condena de Cortabitarte no supone una mayor compensación para las víctimas, sino solo un menor gasto para la otra compañía aseguradora.

Según su criterio, Cortabitarte debe ser absuelto –con lo que Allianz se libraría de abonar parte de las indemnizaciones– porque Adif “cumplió todas las normas que estaban vigentes y que le eran exigibles” en el momento de la puesta en servicio de la línea Santiago-Ourense. De tener que hacerse algo más para mejorar su integridad, añadió, eso ya no le habría correspondido a Cortabitarte, ya que él no tenía entre sus competencias la de certificar la seguridad global del tramo en el que se produjo el accidente hace diez años.

Hubo hasta 35 imputados de Adif

“El problema es que las acusaciones, a lo largo de los nueve años que ha durado la instrucción, han visto como todos los imputados de Adif, que llegaron a ser 35, han ido cayendo hasta que quedó una única persona, el señor Cortabitarte. El apellido de su cargo, director de Seguridad en la Circulación, ha sido sin duda el pretexto perfecto para tratar de mantener a alguien de Adif en la causa y no se han escatimado esfuerzos para conseguir ese objetivo”, reprobó.

Acusando de “tergiversar” y “manipular” documentos a QBE y a las defensas de las víctimas, el letrado de Allianz Global sostuvo que “una condena no calmaría la sed” de justicia de las víctimas, puesto que “el cobro” de indemnizaciones está “absolutamente garantizado”.

También expuso, en su razonamiento para buscar la exculpación de Cortabitarte, que el riesgo de descarrilamiento por exceso de velocidad en la curva de Angrois es “propio” de la infraestructura y que, por tanto, competía a otra dirección de Adif. Y que además ese riesgo era “tan remoto” que la normativa aplicable “lo consideraba permitido y aceptable”.

Era, dijo, “un riesgo residual que procedía exportar al operador [por Renfe]”. “Lo que nadie podía pedir a Adif o a Renfe es que se inventasen normas para transformar un riesgo residual o permitido en un riesgo cero y no se puede exigir a Cortabitarte una súper obligación de advertir lo que los demás no eran capaces de ver”, argumentó.

El abogado cargó, eso sí, contra la conducta “temeraria” de Garzón y llegó a indicar que “lo que hizo sería lo que tendría que haber hecho un maquinista profesional que hubiera querido de manera consciente estrellar el tren”.

En todo caso, indicó que existe un límite en la póliza de Allianz para que las cantidades a las que tenga que hacer frente no superen los 1,5 millones de euros.

“Actitud obstruccionista”

El letrado de QBE, el segundo en intervenir, contrapuso la actitud “proactiva” de su seguro, que está “dando la cara” también con respecto al maquinista, con la “pasiva u obstruccionista” expuesta por Allianz Global a lo largo de todo el proceso, a la que acusó también de ocultar información.

El representante de la aseguradora de Renfe solicitó la absolución del maquinista y acusó a Cortabitarte de ser responsable del “peligro creado” en la línea y de infringir “el deber de cuidado” que conlleva “la teoría de la posición de garante”, con la que ha tratado de enmarcar penalmente el caso, en el que ve la comisión de un delito “por omisión”. “La imprudencia es delito por azar”, indicó el letrado, que además incidió en que una cosa es quién tenía “la capacidad de dominio” y otra distinta quién tenía la “capacidad de reacción”.

Añadió, tal como han contado los peritos y los testigos propuestos por Adif, que en materia de seguridad, “se hacía lo de siempre” para la puesta en servicio de la línea de Angrois. “Un día, ese siempre se cruzó con otra conducta”, soltó, en ferencia a Andrés Cortabitarte y a Francisco Garzón.

Para el letrado, fue “baldía” la búsqueda de una normativa concreta para probar la culpabilidad de Cortabitarte, pero que debido a su cargo infringió “el deber de cuidado”, por lo que es culpable “por omisión”. Por tanto, solicitó que no se aplique el límite de 1,5 millones para Allianz y que se retire la acusación contra Garzón, Renfe y QBE, de manera que sea Adif y su aseguradora los que se encarguen de restituir las cantidades ya adelantadas a las víctimas por parte de QBE “con intereses”.

En la sesión de hoy, volverán a coincidir Cortabitarte y Garzón. Sus defensas expondrán sus conclusiones y los dos acusados tienen derecho a la última palabra.