Salud

El consumo de pescado reduce el riesgo de sufrir depresión en los universitarios

Un estudio con casi 11.500 estudiantes de toda España revela una prevalencia de la enfermedad del 10,5% y aboga por promover su ingesta como estrategia de prevención

Comedor de la Facultad de Filología y Traducción, en el campus.

Comedor de la Facultad de Filología y Traducción, en el campus. / ALBA VILLAR

Sandra Penelas

La OMS advierte que dos de cada diez universitarios en todo el mundo han experimentado un trastorno depresivo en algún momento de su vida y numerosos estudios indican además que el efecto de la pandemia ha elevado los problemas de salud mental en este grupo de población a cifras “alarmantes”. La nutrición es uno de los posibles factores que influyen en el desarrollo de estas patologías y una investigación en la que han participado casi 11.500 alumnos de un total de 11 universidades de todo el país, incluida la UVigo, ha constatado que el menor consumo de pescado está asociado a una mayor incidencia de la depresión.

El estudio revela que el 10,5% de los encuestados habían sido diagnosticados de depresión por un médico, siendo más frecuente en mujeres y en los alumnos de mayor edad, y determina que una dieta sin las porciones de pescado semanales recomendables incrementa el riesgo de padecerla hasta un 45%. Los autores reconocen que en su desarrollo también influyen otros factores sociales del propio estudiante que hay que tener en cuenta pero, a la luz de los resultados, recomiendan promover su consumo como estrategia de prevención.

La investigación se ha desarrollado en el marco del proyecto uniHcos, que engloba a expertos y estudiantes de las universidades de Alicante, Cantabria, Castilla-La Mancha, Granada, Huelva, Jaén, León, Salamanca, Valencia, Valladolid y Vigo. Está financiado por el Ministerio de Sanidad, a través del Plan Nacional sobre Drogas, y busca conocer los estilos de vida de los estudiantes para determinar cómo influyen en su salud actual y en la que tendrán en el futuro.

Por parte de la institución viguesa, los investigadores que forman parte de esta red son Carlos Ayán y José María Cancela, ambos de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de Pontevedra.

Comedor universitario.

Comedor universitario. / ALBA VILLAR

Los datos del estudio, que aparece publicado en la revista Nutrients, pertenecen a una muestra de 11.485 universitarios, siendo requisito imprescindible que fuesen estudiantes de primer curso en cualquiera de los grados impartidos, y fueron recogidos entre 2012 y 2022.

Para evaluar los factores asociados al consumo de pescado, los investigadores utilizaron las recomendaciones de la Fundación Dieta Mediterránea, que establece que lo ideal son dos o más raciones a la semana.

Según las respuestas obtenidas en la encuesta, el 67,2% de los universitarios españoles cumple este consejo, siendo una ingesta de 1-2 veces por semana la más frecuente. Solo el 2,3% comen pescado diariamente y, en el grupo de los que no siguen las recomendaciones, es más común que el consumo sea inferior a una vez por semana que nunca.

El estudio también evidencia que los estudiantes que vivían en pisos alquilados o con compañeros, y en general fuera del hogar familiar, eran menos propensos a ingerir las raciones semanales de pescado recomendadas.

Los niveles bajos de ácidos grasos omega-3 y de vitamina D, ambos presentes en grandes cantidades en el pescado, se relacionan con trastornos depresivos. Y un estudio anterior sobre la dieta de los universitarios españoles ya determinó que alrededor del 82% tenían malos hábitos alimentarios y relacionaba una ingesta insuficiente de alimentos como carnes magras y pescados con los síntomas depresivos.

Los investigadores del proyecto uniHcos explican que la diferencia en el dato de prevalencia, la de aquel estudio era casi del 20%, se debe a que ellos solo tuvieron en cuenta los casos diagnosticados por un profesional. Y sí encontraron, a igual que en otros informes españoles e internacionales, que las mujeres son más propensas a padecer este trastorno.

La edad media de los encuestados con depresión fue mayor que la de los que no la tenían, 21 frente a 20 años, y esta tendencia se dio tanto en hombres como en mujeres. Además, los estudiantes que sufren esta patología tienen una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, mientras que en el resto de la muestra la mayoría tienen un peso normal.

El trabajo de uniHcos también constata que la tendencia a cumplir las recomendaciones semanales de consumo de pescado era menor entre los universitarios con depresión.

Los autores concluyen que el incumplimiento de estos consejos nutricionales elevan “significativamente” el riesgo de padecer trastornos depresivos, aunque las propias condiciones del estudiante son las que tienen una mayor influencia. Y recomiendan promover el consumo de pescado para prevenirlos, ya que estas patologías pueden tener efectos tanto a corto plazo, influyendo en el rendimiento académico de los universitarios, como en el desarrollo normal de su vida adulta.

Una mujer, a punto de comerse un pez.

Una mujer, a punto de comerse un pez. / SCANPIX

La UVigo supera la media nacional: más del 70% de alumnos siguen las recomendaciones semanales

Un total de 1.200 alumnos de la Universidad de Vigo, la única institución gallega incluida en el proyecto uniHcos, participaron en este estudio. Y, aunque los patrones de consumo de pescado son similares en todo el territorio nacional, es la tercera de toda España con la cifra más alta de estudiantes que siguen las recomendaciones semanales: más del 70%, por detrás de Valladolid y Cantabria. Por contra, los alumnos de Huelva y Salamanca tienen una menor tendencia a cumplir estos consejos nutricionales.

Además, las universidades de Cantabria y Castilla-La Mancha tienen los mayores porcentajes de estudiantes que consumen pescado diariamente. Y las de Salamanca y Alicante, de los que nunca lo hacen. España es uno de los principales productores de pescado en Europa y también con mayores índices de consumo. Sin embargo, los autores del estudio destacan que en los últimos años se ha producido una “disminución significativa”, mientras que la ingesta de comida congelada y carne procesada ha ido en aumento.

Las comunidades del norte –Galicia, Castilla y León, Asturias y el País Vasco– tienen un mayor consumo de pescado per cápita. Mientras que otras como Extremadura, Valencia y Andalucía están por debajo de la media española. Y, en consonancia con esta realidad, el informe constata que los universitarios de esas regiones son más propensos a cumplir las recomendaciones (68,4%) que los del sur (66,4%).

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