Mari Carmen, una apasionada de Tenerife

En la noche de este jueves, 15 de junio, nos ha sorprendido el fallecimiento de la ventrílocua Mari Carmen, más conocida como Mari Carmen y sus muñecos, una apasionada de Tenerife que hace unos años decidió trasladarse a vivir a la Isla, en la que ha fallecido a consecuencia de una caída.

María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa -su nombre real- eligió Puerto de la Cruz para pasar sus últimos años, una tierra en la que ya había vivido antes y a la que decidió volver porque le encantaba. "Esto es un paraíso", llegó a afirmar en una entrevista realizada a ELDÍA, del grupo Prensa Ibérica, hace tan solo un par de años.

El clima y la gente eran solo dos de las razones que la motivaban a vivir en Tenerife. Pero incluso había una más importante: en la Isla era feliz. Y tan feliz era que llevaba afincada en Canarias unos cinco años.

Su amor por Puerto de la Cruz también lo dejó claro con estas palabras: "Es como el Edén", incluso así lo definía en plena pandemia. De hecho, a modo de broma llegó a comentar que lo único que no le gustaban eran los baches, aunque incluso a ellos les había cogido cariño.

Doña Rogelia y los otros muñecos de Mari Carmen

Su trayectoria

Mari Carmen buscó trabajo en Madrid en un teatro de guiñoles con apenas 16 años. Pero su gran éxito le llegó con la ventriloquía. Su capacidad para conectar con el público le permitió alcazar el éxito y convertirse en una gran estrella de la televisión. Pero en su andadura no estaba sola, junto a ella estaban sus inseparables marionetas de mano: el pato Nícol, Daisy, Rodolfo y, sobre todo, Doña Rogelia, también conocidos como sus muñecos. Alcanzó el estrellato a finales de los años 60 y se mantuvo como un referente en el mundo del humor hasta entrados los años 90.

Sus muñecos

Este jueves, sus muñecos han quedado huérfanos, como también han quedado un poco huérfanos todos esos seguidores que la querían y disfrutaban de sus sketch.