Su último belén, adquirido este mismo año «por su originalidad», se parece a las piezas del popular videojuego Tetris, aunque hay muchas más peculiaridades en la extensa colección de nacimientos de Pilar Vázquez, que supera el millar, procedentes de casi todo el mundo. Tiene uno donde el niño Jesús, la Virgen María y San José se encuentran en el interior de una cáscara de centollo. «Me lo comí en un viaje a Galicia, guardé el caparazón y el belenista Pere Costa se encargó de crearlo», tal como explica. Y otro está en una portería de fútbol que hace de portal y la familia de la Natividad va equipada con los colores del Athletic de Bilbao. Las sorpresas se suceden, como las anécdotas sobre su origen, entre ellas que estuvo a punto de perder un avión en Miami por querer comprar un belén elaborado con mazorcas de maíz. «Los hacían gallegos que emigraron a EEUU y vieron que allí solo había Papás Noel», dice la compatriota residente en la isla, cuyas figuras acapararon ayer buena parte de la atención en la apertura del Jai de Nadal.
La exposición de nacimientos y la venta de dulces conventuales y artesanía de Navidad llega a su décima edición en el Centro de Historia y Cultura Militar, situado en la calle Sant Miquel 69 bis, y se podrá visitar hasta el 8 de enero de lunes a sábado por la mañana y por la tarde. Los nacimientos de Vázquez, que colecciona desde la década de los 60, dan la vuelta al claustro y casi al mundo, ya que proceden de 59 países, entre ellos todos los de Latinoamérica, las Barbados, Tanzania, Japón, Rusia (uno con forma de Matrioskas), varios de Europa y, por supuesto, natividades creadas en Mallorca y en la península. «Del magnífico Museo de Belenes de Carrión de los Condes tengo uno tradicional que me regaló la madre abadesa de las clarisas y yo les llevé uno de siurells», recuerda quien recibe asiduamente estos obsequios por su afición a los nacimientos. Ha acumulado tantos que durante los últimos años ha necesitado la ayuda de su hermana, Carolina, para montar la exposición. No sabe cuál le gusta más, aunque tiene un aprecio especial, por su valor sentimental, al que le dio su madre: «un árbol de Navidad con un nacimiento que se ve cuando es colocado al trasluz».
La exposición también cuenta con cinco grandes belenes del maestro Pere Costa Canal y sus discípulos Bartolomé Roca, Jaime Creuhet, Santiago Jofre y Chema Baladó; y fue inaugurada por la tarde con un coro de villancicos, bailes regionales y la Unidad de Música de la Comandancia de Baleares. La visita a los variados nacimientos es completada con la muestra de repostería conventual procedente de los palmesanos Santa Clara y la Concepció y el monasterio de la Santa Familia (Manacor), conocido sobre todo por sus mermeladas. Las clarisas y las agustinas ofrecerán, a través de voluntarios, sus tradicionales turrones, yemas tostadas, galletas, coquitos y otras recetas dulces centenarias. También se podrá adquirir artesanía navideña de las ONG Manos Unidas, Mallorca Sense Fam y Mater Misericordiae en el patio del antiguo monasterio de Santa Margalida, el Centro de Historia y Cultura Militar.
El belén del claustro de Sant Antoniet abre sus puertas a la Navidad
El belén del claustro de Sant Antoniet, que el próximo año cumplirá medio siglo, se sumó ayer a las tradiciones de Navidad en Palma y abrió sus puertas en el histórico recinto situado en la calle Sant Miquel número 32. El detallado nacimiento, que ocupa 16 metros de longitud, fue creado por belenistas y antiguos empleados del banco BBVA.
