Según los datos de participación ciudadana en 2020, proporcionados por las 67 entidades locales de los servicios de recogida de envases domésticos, cada ciudadano balear depositó en los 6.723 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik, un total de 22 kg de estos residuos, incluyendo el uso de los sistemas de recogida selectiva puerta a puerta disponibles en las islas. Esto supone un 9% más respecto al año anterior, y afianza la tendencia de crecimiento de los últimos cinco años, que se sitúa en un incremento del 55%. Pero hay que seguir reforzando y sensibilizando para hacer aún más eficiente la separación que se realiza en los hogares, ya que de los residuos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 4,8 kilos no eran envases.

El reciclaje de envases volvió a consolidarse en 2020 como una práctica medioambiental muy extendida entre la sociedad balear a pesar de la excepcionalidad vivida como consecuencia de la crisis sanitaria. Precisamente esta situación atípica hizo que, en el caso del contenedor azul, destinado a papel y cartón decreciera su uso un 8% con respecto al año anterior, debido a la menor actividad comercial, hostelera y turística. Así, cada balear depositó 25 kg de papel y cartón en los 6.164 contenedores azules que hay situados en la vía pública. Se trata de una caída puntual ya que, en los últimos cinco años, esta cantidad ha aumentado un 3%.

Mantener el compromiso

Los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón también se recogieron en otros más de 100 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia como oficinas, estadios o centros de hostelería y festivales. Puntos a los que hay que sumar las plantas de residuos urbanos a las que se trasladan los contenedores de resto, un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, cada vez llegan menos envases. 

Aunque en 2020 se entregaron a las instalaciones recicladoras homologadas un total de 37.456 toneladas de envases domésticos para su posterior reciclaje, un 12% menos que el año anterior, hay que destacar por un lado el incremento de la colaboración ciudadana para depositar sus residuos en los contenedores amarillos y por otro, como consecuencia de la reducción, e incluso la cancelación, de la actividad comercial, empresarial y de eventos a causa de la Covid-19 en los lugares de gran concurrencia, lo que supuso una menor recogida de envases domésticos en estas ubicaciones. 

Tal y como destaca Xavier Balagué, gerente de Ecoembes en Illes Balears, “el contexto de pandemia ha tenido un considerable impacto en toda la actividad económica de les Illes pero, a pesar de esto, los ciudadanos han seguido manteniendo su compromiso con el reciclaje de envases y esto es lo que ha permitido que las cantidades depositadas en el contenedor amarillo sigan aumentando”.

Durante 2020 se implementó el Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) llamado RECICLOS en Ciutadella

Consolidar el reciclaje 

El 2020 también ha sido el año de la consolidación de las buenas prácticas medioambientales ligadas al reciclaje de envases, con iniciativas como la implementación de la recogida selectiva de residuos en el estadio Son Moix o la implantación en Ciutadella del Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) llamado RECICLOS. Este sistema, que supone una evolución del actual, ya que incorpora tecnología a los contenedores amarillos e incentiva con recompensas sostenibles a los ciudadanos que depositan en ellos las latas y botellas de plástico de bebidas para su posterior reciclaje.

Siguiendo esta línea de trabajo, Ecoembes y Govern Balear han acordado seguir adelante con el Plan de Acción de Envases de Illes Balears, que incluye iniciativas destinadas a mejorar la contenerización e impulsar campañas de sensibilización, entre otras. Pero nada de esto sería posible sin la implicación de los ciudadanos, tal y como destaca el director general de Residuos y Educación Ambiental del Govern balear, Sebastià Sansó: “La implicación de la sociedad balear no se entiende sin el compromiso de las instituciones locales que, a través de la colaboración interinstitucional han posibilitado no solo la sensibilización, sino que han facilitado a la ciudadanía la recogida selectiva”.

Una gestión correcta de los envases domésticos

El objetivo de Ecoembes, tal y como establece la Ley de Envases 11/97, es coordinar y financiar el ciclo del reciclaje de los envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón, los cuales suponen un 8% en peso del total de residuos municipales generados en el país para garantizar su circularidad. Para hacerlo posible, la organización cubre el coste de lo que supone para las administraciones locales prestar este servicio esencial gracias al pago del Punto Verde por parte de las empresas que ponen envases domésticos en el mercado, y por la venta de materiales a instalaciones recicladoras.

Tanto la actividad de estos ayuntamientos como la de Ecoembes está permanentemente auditada por las autoridades públicas, y reforzada por inspecciones internas de la organización sin ánimo de lucro, que mantienen un control estricto sobre las cantidades recogidas de los contenedores y posteriormente recicladas, a través de auditorías, análisis de composición de los residuos y controles de calidad de los mismos, inspecciones en plantas y auditorías de homologación de recicladores.